lunes, 31 de diciembre de 2012

Me gusta, no me gusta

El otro día leí en algún lugar de la ciberesfera un post donde la autora retrataba 100 cosas que le gustaban y otras 100, que no. Ella aseguraba que era un ejercicio de autoconocimiento y en parte, estoy de acuerdo con ella. Por ello, he pensado que este post servirá para eso mismo; conocer más.

Aunque 100 me gustan y 100 no me gustan me parece excesivo, he limitado la lista a 10 porque así también me centro en las cosas que realmente considero importantes. No serán grandes gustos pero si pequeñas comidas, gestos o acciones que me hacen feliz.

Además como estamos en época de nuevos objetivos aprovecho para poner otras metas, quizás no para 2013, pero si para mi vida. Allá van:

10 Me gustan

  1. Mi familia
  2. Estar con mis amigos
  3. Los niños
  4. Viajar
  5. Reírme
  6. Los chistes malos
  7. La lasaña y los perritos calientes
  8. Leer
  9. Los gorros
  10. Las comedias románticas

10 No me gustan

  1. La hipocresía
  2. La demagogía
  3. Los churros y las alubias
  4. Que me olviden
  5. Los animales 
  6. El calor
  7. El dolor ajeno o propio
  8. La desigualdad
  9. Vivir lejos de mi familia
  10. La soledad

5 Objetivos

  1. Ser feliz
  2. Ser madre
  3. Viajar a las cataratas del Niagara
  4. Ser menos perfeccionista
  5. Tener cerca a quien me importa

viernes, 28 de diciembre de 2012

Adiós 2012, bienvenido 2013


Voy a convertir en tradición esto del balance anual en este blog. Con este ya van 2 y me gusta. Este 2012 ha sido un año lleno de malas noticias pero no, no voy a mencionar ninguna de ellas porque quiero dejar fuera todas esas tristezas y centrarme en las buenas.

Por suerte 2012 ha sido realmente un buen año con sus agujerillos pero, al fin y al cabo, 365 días interesantes. He seguido con actividades que realmente me llenan como mis niño de la Cruz Roja o la danza del vientre, he mantenido a grandes personas a mi alrededor y conocido a otras que merece la pena. Además, he seguido haciendo cada día lo que realmente me gusta; escribir noticias. ¿Qué más puedo pedir?

Por supuesto, algunos se han alejado y otros no han estado tan cerca como hubiera querido pero aún así me conformo con saber que todo les va bien y son felices.

Lisboa, Málaga, Bilbao, Madrid, Baltanás o Álcala de Henares han sido algunos de los destinos pero más que eso me quedo con momentos y personas. La pintada de camisetas en un bar lisboeta, las carreras al barco de chanquete cual niñas, los medicamentos que no cabían en el metro o las repetidas fiestas vascas que no cambian, los perritos madrileños o caídas en bares llenos de salseros, las desconexiones baltanasiegas o los días inolvidables en el Hidalgo que acaban de la mejor manera.

En fin pero este 2012 no hubiera sido igual sin una nueva entrada en mi vida. Gracias, Chirli por ello y Nicopete por ser un frikón que me hace reír cada día.

Muchas gracias a todos por estar ahí, por entrar en mi vida y espero que 2013 este lleno de grandes momentos

¡FELIZ 2013!

martes, 25 de diciembre de 2012

De Olentzero, Papá Noel o Reyes Magos


En mi tierra eso del Papá Noel no se lleva pero aún así existe un personaje que le reemplaza. El Olentzero, un amable carbonero que baja de las montañas cada 24 de diciembre para dar regalos a los niños. En fin ese no es el tema que quería tratar hoy, más bien quería centrarme en los gustos de cada casa respecto a estos señores navideños.

Ser de Papá Noel -Olentzero en el caso del País Vasco- o los Reyes Magos creo que es tan arbitrario como ser de Coca-Cao o Nesquik o de Coca-cola o Pepsi. Pese a los argumentos que quiera dar cada uno creo que más una cuestión de tradición en cada hogar o familia que otra cosa.

Aún así lo que me parece más curioso es que este hecho que no deja de ser una información recurrente cada año, se convierta en algo más. Vale que en Navidad tenemos que ver noticias como la de los premiados de la lotería descorchando champán o los niños jugando con sus nuevos juguetes. Pero de ahí a que el Centro de Investigación Sociológica haya hecho un estudio sobre las preferencias de los españoles en cuanto a Reyes y Papá Noel, va un trecho. Mi siguiente pregunta es ¿para esto pago mis impuestos? En fin.

La noticia la escuché en el telediario pero os dejo una noticia donde hablan de la investigación y las evolución de las tendencias. Si suena a chiste pero no lo es. Tenemos un organismo público que no solo cuenta cuántas personas viven en cada casa o cuánto se gasta cada español en comida al mes, sino también se dedica a decir si somos del gordito barrigudo o de los 3 hombres en camello. Anonadada me hallo.

Otro estudio de TNS -empresa privada en esta ocasión- habla de algo más interesante. El gasto medio de Papá Noel y los Reyes por cada español. Aunque estamos en crisis, la inversión no deja de ser espectacular; 163 euros por persona. Una cantidad, en mi opinión, bastante desmesurada teniendo en cuenta que un regalo no es el precio sino el sentimiento o la originalidad con la que se hace. En fin cada uno sabrá lo que le pide a Papá Noel o Reyes Magos. Ah en mi caso ganan Gaspar, Melchor y Baltasar por goleada :-)

viernes, 21 de diciembre de 2012

Me gusta la Navidad


Esta claro que la Navidad no es perfecta. Todos los años se repiten historias, villancicos, regalos... pero aún así reconozco que es una época que me gusta. Lo siento, si me gusta. No por lo que significa a nivel católico sino por lo que me conlleva a nivel personal.

Por un lado, la Navidad es mi momento de descanso y mimitos familiares. Algo de agradecer después de llevar 6 años fuera de casa viviendo a 400 kilometros y viendo a los aitas y tata una vez al mes aproximadamente. Pero también para descansar y desconectar que oye, siempre viene muy bien.

Pero no solo eso. También es un momento de ver a aquellos que con las prisas del año no tengo tiempo de ver. Es lo que tiene ir una vez al mes a Bilbao y hacer la visita del médico que no da para más. Así que aprovecho estos días para eso.

También es momento de recordar a aquellos que no están. Aunque no se olvidan durante el año, en mi casa siempre se pone una vela en las cenas y comidas navideñas para que los que no están entre nosotros hagan acto de presencia. Y esa tradición nos da pie para hablar sobre ellos y recordar viejas anécdotas familiares que muestran que el recuerdo positivo es la mejor forma de mantenerlos presentes.

Con la extensa familia en todos los frentes españoles tampoco me es posible estar con todos. Pero eso nos da pie para enviarnos fotografías y seguir con la comunicación que el resto del año se es menos fluida por el estrés cotidiano.

Además, me gusta lo que conlleva la Navidad. Las luces, el Cortilandia, las castañas asadas, los puestitos de regalos artesanos, las felicitaciones navideñas, los buenos deseos. En definitiva, el buen rollo que genera estas fechas y debería ser algo que se extendiera durante el año.

Vale estoy de acuerdo. La Navidad también es el momento de repetir buenas caras, oír los mismos villancicos, ver correr a la gente por las calles en busca del regalo de última hora, la época consumista. Pero algunos de esas tradiciones me parecen geniales; las donaciones a ONGs, los mensajes con buenos deseos o las llamadas a personas con las que no hablas durante el año. Al final, está claro que la Navidad es una excusa para hacerlo pero mira mejor eso que nada.

Aún así veo más puntos positivos que negativos a todo esto de la Navidad y creo que dependiendo cómo se lo organice cada uno puede ser un momento menos consumista y más sentimental con muchas historias repetidas pero que te hacen vivir con las ganas de que llegue la siguiente Navidad.



martes, 20 de noviembre de 2012

Luego nos quejamos....


Por regla general, a los humanos -o al menos a los que conozco- nos gusta quejarnos por casi todo. Si hace frío porque lo hace, si hace calor porque nos agobiamos, si tenemos hambre porque no hemos comido y si nos duele la tripa porque nos hemos pegado un buen atracón. En fin, debe ser algo intrínseco al ser humano.

Pero quiero llegar más lejos. No solo nos quejamos de cuestiones tan banales como las citadas sino de otras más importantes como los periodistas. No será la primera vez que me han dicho: "ah, eres de esos que manipula, que cuenta lo que quiere o que son unos vendidos". Juicios de opinión, todos ellos, bastante duros pero que cada vez creo que nos ganamos a pulso. No siempre pero cada vez más.

Tal como está el periodismo es prácticamente imposible decir que no a nada. Las pocas empresas y profesionales que sobreviven gracias al noble arte de informar, cada vez tienen más compromisos que se acercan mucho más a la publicidad y se alejan mucho más del periodismo. Y todos somos culpables. Los ciudadanos por dejar de confiar en el periodismo de pago y los periodistas por tener que vendernos a casi cualquier cosa. Por supuesto, todo con sus límites que depende del medio y periodista.

Sin embargo, hay muchos más fallos que hacen que las críticas hacía los periodistas cada vez me parezcan más acertadas. Se trata del rigor periodístico. Cada vez es más complicado separar la paja y quedarnos con lo realmente bueno. Muchas veces -y hablo en general, no todos los casos son iguales- el tiempo apremia y la publicación prima sobre la calidad de la misma. Así, el copia-pega se impone en muchos medios y se deja a un lado la investigación o el análisis porque eso ya no importa. En fin, toda una lástima...

Ahora que si solo fuera eso... La batalla por el tráfico, audiencia y venta es tan dura que muchos periodistas prefieren una noticia amarilla que realmente un contenido de calidad. Y no culpo siempre a los periodistas sino también a los usuarios que preferimos leer sobre las tetas de Belén Esteban que sobre el cambio climático, por poner un ejemplo. Eso sí nadie lo lee pero siempre las noticias más exitosas en los medios tratan sobre sexo, cotilleos o cuestiones sin importancia.

En fin, el periodismo se va a la mierda. Los mitos creados con grandes como Kapuściński o ejemplos más actuales como Ramón Lobo o Ignacio Escolar no tiene muchas horas de vida si todo sigue como hasta ahora. Si realmente queremos un periodismo de calidad, no podemos quedarnos sentados, debemos buscarlo, premiarlo y darle todo nuestro apoyo porque dentro de poco será un anécdota.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Crítica de 50 sombras de Grey

Se ha montado un buen revuelo con la trilogía "50 sombras de ..." de E.L. James. Muchas mujeres han descubierto la novela erótica con estos libros y todo ello, porque la editorial ha escogido una buena estrategia; enmascarar detrás de una portada y titular que no dice nada que lo que vamos a ver dentro no es más que literatura subida de tono.

A partir de ahí, por una buena estrategia de marketing y el boca a boca, el libro ha ido cogiendo éxito hasta convertirse en uno de los best-seller dentro y fuera de nuestras fronteras -hasta entrada tiene en la Wikipedia-. Quizás animada por todo este revuelo me decidí a leer el libro y después de más de la mitad del mismo, pienso que no es para tanto.

He de decir que es la primera novela erótica que leo -nunca me han llamado esa portadas de chicas con el hombro descubierto- pero aún así creo que su éxito me parece bastante desmesurado. Hablando desde la ignorancia sobre el género novelesco, claro está.

Entiendo que a una abuela, y no es el caso de la que todavía tengo viva que es más moderna que yo, pueda ruborizarse por el contenido. Sin embargo, no entiendo porque mujeres del siglo XXI les parece que el libro les abre un mundo de posibilidades. En una sociedad con sex-shops a la vuelta de la esquina y donde los dos rombos desaparecieron hace mucho tiempo parece que todavía nos tenemos que escandalizar porque en un libro practiquen sexo.

Soy consciente que algunas escenas son subidas de tono y algunas practicas no son las que la mayoría de la población hace en la cama. Pero de ahí a hablar maravillas de este libro, sinceramente me parece exagerado.

Y no habla la chica que más sabe de sexo del mundo -de hecho a veces me siento paleta en ese terreno- pero aún así sigo pensando que la trilogía no es más que otra novela erótica con más o menos gancho pero otra más.

Incluso el argumento es bastante insulso. Una mujer que se enamora de un chico y cada vez que le mira se pone cachonda. No quiero ser spoiler pero si que creo que además de una actitud bastante quinceañera por parte de esta chica, debe tener las hormonas muy alteradas porque realmente es demasiado el poder que tiene el hombre sobre ella.

Más allá de eso el argumento no ofrece demasiado. Chica conoce a chico, sexo, chica ruborizada, sexo y otra vez chica ruborizada. Para mi ese podría ser el resumen del primer libro que todavía ni he acabado. La verdad me da pereza.

A partir de aquí, ronda de sugerencias u opiniones. ¿Habéis leído algunos de los libros? Me consta que algunas, sí ;-) ¿Qué os parece?

viernes, 5 de octubre de 2012

Que hacer para que no publiquen tu información


Sin ninguna acritud hacia nadie en particular, pero con el pleno conocimiento de que estos consejos pueden ayudar a más de una agencia o empresa a que sus comunicados salgan en los medios de comunicación, escribo hoy este post.

A diario entran en mi bandeja de entrada muchos e-mails y considero que hay muchos detalles que hacen que no se publiquen. Estos son los principales:

  • PUBLICACIÓN INMEDIATA. Este anuncio que recibe el periodista ofrece una imagen de cualquier cosa menos de profesionalidad. Se supone que cuando se manda una nota de prensa, ya se puede publicar. A excepción de los embargos que se especifican. Por lo que está fuera de lugar esta afirmación que muchas veces viene en mayúsculas lo que acentúa su error.
  • Mayúsculas. En la jerga de Internet las palabras en mayúsculas son sinónimo de gritos y como imagino que ninguna agencia ni empresa quiere gritar a los posibles propagadores de su información, lo mejor es no escribir todo en mayúsculas.  
  • Asuntos y titulares. Aunque parezca que las teorías de la universidad no sirven para nada, la regla de escribir titulares de menos de 13 palabras es bastante interesante. Sin embargo, no todo el mundo lo entiende y utiliza interminables opciones en asuntos de e-mail y titulares. Eso tira para atrás. Además, el asunto es la parte más importante de un correo porque es la diferencia entre que sea abierto o no.
  • Estudios de y consejos.... Es inevitable que algunas empresas para darse a conocer utilicen estudios o consejos. Algunos de ellos son interesantes y aportan información valiosa para publicar. Sin embargo, dar 5 consejos para escribir en redes sociales y decir que tenemos que hablar para nuestros usuarios no es un consejo ni tienen ningún valor añadido. Lo mismo pasa con los estudios basados en 50 empresas o sin coherencia en los resultados. 
  • Líderes. Muchas empresas se catalogan como líderes en un sector. De hecho, debe haber tantos segmentos como empresas porque es un recurso utilizado en el 80% de los casos. No obstante, comenzar una nota de prensa o e-mail como "la empresa líder en..." no ofrece información. Es necesario ir al grano y dejar que el propio periodista valore si la información es como para ser líder en su medio.
  • Información adicional. Con el ritmo de trabajo que lleva un periodista, facilitarle la tarea es una manera de conseguir que la nota de prensa sea publicada. Fotografías, vídeos adicionales, links de referencia... Todo esto es valora muy positivamente.
  • Criticas irracionales. Está claro que los periodistas son personas y como tal se puede equivocar y cometer muchos fallos. Sin embargo, acusar de poco profesionales y falta de respeto a periodistas por enlazar en noticias a otras empresas -y hacer su trabajo de contextualizar la información-, no es una buena manera de conseguir que las notas de prensa futura sean publicadas. Y habla la experiencia.
Por último decir que Internet y los nuevos medios han transformado el mundo de la comunicación. No digo nada nuevo. Sin embargo, es cierto que muchos se han ido adaptando poco a poco y los errores que se cometían hace 4 días, van desapareciendo gracias al aprendizaje diario. 

Además aprovechó el post para reivindicar el papel del periodismo en la sociedad. Si no voy a negar que la manipulación existe y la objetividad no -hay que ingenua era cuando en primero de carrera pensaba que todo el mundo podía ser objetivo-. Sin embargo, los periodistas intentamos hacer lo mejor posible nuestro trabajo con las presiones que nos vengan de arriba o no porque al fin y al cabo somos trabajadores que dependen de corporaciones. Es duro pero "más triste es robar".

martes, 25 de septiembre de 2012

Mis dummies tecnológicos Vol. II

Como ya hablé hace un tiempo, el mundo me rodea de dummies tecnológicos que me encantan y me sacan una sonrisa día a día. Además, ellos son los que me hacen mejorar día a día porque, en parte, es para ellos para quién escribo en mi trabajo.

Hoy dedico este segundo volumen a mis padres. Ellos lo intentan pero la tecnología avanza más rápido que su capacidad de asimilación y se pierden. Estas son las pruebas con todo mi cariño y con el único afán de demostrar sus esfuerzos. Allá van dos anécdotas:

El folio doblado

Nueva impresora en la mansión Cabezudo. Mi padre y mi hermana se disponen a conectarla y ponerla en marcha pero la impresora no quería funcionar correctamente. Drama en casa y consecuente llamada a Vero.

Al hablar con mi padre e intentar darle una solución, llegó su arranque de sabiduría tecnológica:

- Vero, he pensado que puede haber una razón por la que no imprime bien -.

Me dejo helada, mi padre con una solución tecnológica. El hombre que no sabe mandar un sms tiene la solución contra las impresoras, quizás los productos tecnológicos más peleones de la informática.

- Ah, sí? Pues dime
- Pues que creo que el problema es que no doblamos la hoja
- ¿Doblar la hoja? ¿Qué hoja?
- Pues la que aparece en el dibujo de la impresora

Lo siento, me entró la risa. Mi padre estaba viendo el dibujo grabado en la propia impresora. El pobre creía que había que doblar el folio por la punta y de hecho, mientras hablaba conmigo por teléfono lo estaba haciendo, según me contó después mi hermana.

La algarroba 

La historia de la algarroba de mi madre es única también. ¿Y diréis qué es una algarroba? Pues una @ de toda la vida pero en versión Juliana. La mujer por más veces que se lo he repetido la @ es algarroba y Movistar es Movilestar. No hay más.

En fín a lo que vamos. Después de la sesión informativa que le dí la primera vez que me enseñó un correo electrónico, llegó otro día y me dije:

- De verdad, tu hermana no sabe. Le digo que tiene que escribir a algarrobagmailpuntocom y me dice que eso no puede ser que le falta algo. Es que no se entera.
- Ama, lo siento pero es que le falta algo delante
- ¿Cómo que le falta? Pues no lo entiendo
- Un correo electrónico no puede empezar por algarroba
- ¿Por qué? - me dice indignada -.
- Pues porque el señor que lo inventó dijo que tenía que poner algo delante, algarroba en medio y después otra cosa.
- Vaya pues no lo entiendo, me parece indignante

Creo que estuvo a punto de hacer una manifestación porque la algarroba no podía ser el primer símbolo de un e-mail.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Masturbación y dimisión

Veo con asombro la noticia de Olvido Hormigos. Una concejala del PSOE en Castilla la Mancha que ha llevado -o le han llevado- demasiado lejos un vídeo privado. En el vídeo en cuestión, la política salía masturbándose y ha sido por ello por lo que directamente iba a dimitir -finalmente no lo ha hecho-. Hasta ahí, bueno más o menos comprensible ya que su imagen pública estará dañada de por vida. Pero ¿es necesario llegar tan lejos?

Que levante la mano el que no se ha masturbado. No veo ninguna bajada. Ahora el que lo ha hecho para su pareja, esposo. Sí, seguro que todavía hay manos levantadas. Y por último, el que haya grabado un vídeo íntimo de sus relaciones. Aquí no habrá ninguna mano levantada, no vaya a ser que nos juzguen. Pero si señores, hay muchas personas que hacen esto y de momento, no es delito y no deja de ser una experiencia privada para los adultos. Sin embargo, hay que dimitir por hacerlo.

¿Y qué pasa con los que roban? Claros ejemplos tenemos en España con escandalosos casos como el de Camps y sus trajes, Urdangarin o Marichalar. Pero no señores, a ellos nadie les va a ir a decir: "perdona, ladrón, dimites o ¿qué?". Muy al contrario, se les defiende a capa y espada o cuando no tienen escapatoria, se les manda a otros país a que se relajen las aguas.

Menos mal que finalmente esta historia no ha acabado en dimisión porque gente coherente ha apoyado a la política y ha demostrado tener un poco de educación al no difundir un vídeo privado. Desde aquí mi apoyo #olvidoestamoscontigo más allá de los líos sentimentales que tenga o no que eso de nuevo, es cuestión suya.

martes, 4 de septiembre de 2012

Antitabaco


Lo confieso. Soy una radical con el tema del tabaco. No me importa admitirlo y soy consciente de ello. Años y años de fumadora pasiva con mi madre me han hecho odiar los cigarrillos. Pero no es el tabaco lo que más odio sino algunos fumadores.

Aunque no comparto la idea de que fumar te haga más cachi, sea más molón o sea simplemente sea algo que se hace por costumbre social, parto de la idea de que no voy a acabar con el tabaco. Hasta ahí perfecto. No me gusta pero no lo puedo cambiar como tantas otras cosas. Pero a partir de ahí me encuentro con algunos, insisto en el algunos, fumadores que por el mero hecho de fumar se creen que tienen más derechos que tú.

El primero y que más me repatea es el salir a fumar en el trabajo. Hola soy fumadora y tengo 10 minutos de descanso cada 2 horas. Hola no soy fumadora y casi me tengo que poner sonda para no tener que levantarme de la silla. Vale, no es mi caso pero si el de compañeros que no me pillan tan lejos. Una injusticia en toda regla que no entiendo.

Segunda cuestión. Ahora que no se puede fumar en los bares, toca el momento de las terrazas. Lugares invadidos por fumadores. Vale hasta ahí correcto, no tengo la obligación de sentarme a su lado. Sin embargo, si por cuestiones de la vida me toca sentarme ahí, ¿por qué me tengo que tragar su humo? No será el primero que me ha dicho "Lo siento chica, en la terraza puedo fumar y no voy a apartarme porque te moleste". Gracias, señor fumador y luego tengo que ser yo la tolerante. En fin.

Fumadores vs no fumadores, ¿dónde no sentamos?. Este dilema que he tenido tantas veces -mi madre es una cabezona como una servidora- me ha hecho tener que ceder y sentarme en un lugar rodeado de fumadores. ¿Por qué? Simple y llanamente porque un fumador no puede dejar de fumar un rato y una no fumador si puede comerse el humo de los demás. Así de injusta es la vida.

Cuarta cuestión. Vale en los bares no se puede fumar -gracias Zapatero por esa magnífica ley- pero todavía hay sitios en los que la ley se la pasan por los bajos fondos. Otra forma de intolerancia con los demás. Pero bueno reconozco que no es la que más me duele pero me fastidia.

Como he dicho al inicio soy una radical, nazi incluso me atrevería a decir, en estos temas. Aún así entiendo que la gente fume aunque no lo comparto y alabo a la gente que te pregunta "¿Puedo fumar?" o "Espera que me aparto que quiero fumar" porque gracias a quien sea también hay fumadores tolerantes. Y muchos.

jueves, 30 de agosto de 2012

Cómo me toman el pelo. Volumen II


Después del primer tomo de "Cómo me toman el pelo", llega la segunda parte con historias más lejanas pero que igualmente demuestran que una de lo buena que es, es tonta del culo.

En fin esto me pasó hará unos meses. Resulta que iba por la calle, concretamente por la zona de Sol, y se me acercó un hombre. Su cara me resultaba familiar pero no sabía de qué. Resulta que me dijo que era escritor y me enseñó un libro supuestamente firmado por él.

El hombre siguió contándome. Me explicó que venía de fuera -tenía acento argentino- y que le habían robado la cartera. Su petición era dinero para el metro. Y su recompensa, una edición de su libro que me mandaría a mi casa.

La verdad es que me dio pena. Con el pasado familiar que tengo bien podría ser uno que yo me sé y dije "pobre, hombre y ¿si fuera él?". Así que saqué de la cartera 2 euros y todavía pensando de qué me sonaba su cara, se los dí.

El susodicho se fue rápidamente. Me dio las gracias y no le dio tiempo a más porque despareció. A todo esto me quedé pensando, esa cara me seguía sonando y ese cuento también. Pero ¿de qué? Al de 20 minutos caí. Empecé a recordar y efectivamente, el mismo señor me había contado el mismo cuento para sacarme unos euros. Y en los dos casos lo había conseguido.

En ese momento no sé si me dolió más que me timara por segunda vez o que no me acordara antes para decirle 4 cosas bien dichas. En fin, por supuesto del libro no supe nada. El señor tenía el don de timar pero no adivinar por ciencia infusa mi dirección.

lunes, 13 de agosto de 2012

Cómo me toman el pelo. Volumen I

Hoy me he indignado. No porque haya ido a la Puerta del Sol a gritar, que también lo he hecho, sino porque me he ido a casa con más leche que otra cosa. Y ¿por qué? Pues simplemente y llanamente por la jeta que tienen las personas. Me explico.

Salgo del metro de Príncipe Pío y me aborda un joven con buen aspecto diciéndome:
- ¿Hablas español?
- Sí - contesto-.
- Es que mira a mi novia le han robado la cartera - y me señala a una chica que está hablando con otros chicos - y tenemos que ir a Albacete pero no tenemos dinero para el billete-.
- No, lo siento, no tengo - olía raro a kilometros, sí lo confieso-.
- Por favor, te lo pido de rodillas es que tenemos que ir y claro el billete vale mucho y no tenemos cómo pagarlo -.
En ese momento, me he vuelto débil. Me he visto en la misma situación y he dicho, venga no me cuesta nada:
- Toma es lo que tengo - le he dicho, cogiendo la primera moneda que tenía en la cartera y dándosela-.

En cuanto he pasado por al lado de la chica que estaba con otra pareja, me he dicho esto huele a cuerno quemado pero no he querido darle más vueltas. El dinero estaba dado y he querido pensar que realmente era para un billete a Albacete.

Pero cual es mi sorpresa que al volver de nuevo al metro, me aborda la chica. Eso sí, más de 3 horas después. Se ve que reunir el dinero para Albacete cuesta mucho y es más fácil que ir a una comisaria a denunciar que le han robado la cartera. En ese momento he dicho, no lo siento, está vez no nos pillas - iba con mi querida Cristina-. Y esta ha sido la rápida conversación:

- Perdona, ¿habláis español? - la misma estrategia-.
- No, lo siento - he contestado rápido-.
- Ah, no? Pues deberías porque estás en España. Zorra. Hija de puta. - y otras cosas que ni quiero recordar   ha soltado la señorita por la boca mientras nos marchábamos-.

En ese momento, me han dado unas ganas de darme la vuelta, dejar de ser diplomática y darle una guantá que se le hubieran quitado todas las ganas de seguir engañando a la gente. Pero bueno una tiene más clase y simplemente se ha ido refunfuñando y pensando que si veía al novio o compinche le pediría su dinero. Por supuesto, el susodicho no ha aparecido.

En fin, es lo que tiene ser buena que te toman el pelo rápidamente. Lo peor. No es la primera vez. Pero eso lo dejo para otros capítulos.

sábado, 11 de agosto de 2012

De pérdidas

Reconozco que, en líneas generales, tengo mejor suerte de la que debería tener. No obstante, esta semana mi suerte ha ido más allá y lo que he tenido es una flor en el culo. No sé si ha sido porque es agosto, porque en Madrid nadie mira al suelo o porque mi ángel de la guarda andaba de guardia pero el buen sino ha venido a mí. Me explicaré.

Lunes por la mañana. Como cada día cojo el bus para ir a trabajar y de repente me doy cuenta que tengo el cajetín donde guardo el abono pero no el ticket del abono. Un pase mensual que ya cuesta más de 50 euros. Estamos a 6 de agosto. Tan pichi me monto en el bus y pago. Pienso que se me ha caído en un bolso en casa. Pero nada más lejos de la realidad. Llego a casa, empiezo a buscar y en los bolsos no hay nada.

Es entonces cuando comienzo a pensar "Vero, has perdido el abono a 6 de agosto". Mi mala leche va in crescendo. Todo un mes por delante para gastar en transporte tirado a la basura. En fin, comienzo a razonar y después de poner literalmente la habitación patas arriba, me doy cuenta que la solución no está en casa sino fuera de ella.

A por ello. Me voy a la terminal de autobuses de Avenida América. No tengo ninguna esperanza pero oye por preguntar. "No, aquí no han dejado nada", me contesta la encargada de la estación después de 15 minutos de espera. En fin, pues agotadas mis posibilidades voy a echar un vistazo en la parada de autobuses.

Allá voy. Y de repente, mi abono estaba allí. Hasta vi como me saludó. Pegué un salto de alegría que hizo estremecerse a un chico que tenía a mi lado. "Lo siento, es que he encontrado el abono", fue mi respuesta...

Puedo recordar otros episodios de pérdidas que al final salieron bien. No sé me olvida el DNI en un avión rumbo a Oporto en el que tuve que revolucionar a toda la policía portuguesa o el Creditans que cayó en un bar de fiesta y luego volvió a mi.

Pero no todo son buenas experiencias. Hace poco más de unos meses, sin darme la menor cuenta llegué a casa sin el teléfono móvil. Todavía no me explicó cómo me lo quitaron del bolsillo que llevaba en el abrigo pegado a mi cuerpo pero desapareció por obra y gracia de un simpático ladrón.


En fin, seguro que no soy la única con estas anécdotas. Pero ¿qué pasa si estás en el lado contrario? También me ha pasado.

Un día de fiesta me encontré una cartera en el suelo. La cogí, me la metí al bolso y pensé: "mañana será otro día y veré qué hago con ella". Mi conciencia no me dejó hacer otra cosa que buscar en el lístín de teléfonos -de aquella no había casi ni Internet- el número de la chica que había la cartera. Después de varias llamadas fallidas, dí con su padre. Le expliqué la situación y quedé con él para devolvérsela.

Resulta que la chica era de un pueblo tal como Leioa o Getxo por lo que me desplazé hasta Bilbao para quedar con ella. Supuestamente, porque quien apareció fue su padre el que después de hacerme una revisión, me dijo: "Bueno supongo que el dinero no estara". Me dieron ganas de coger la cartera y salir corriendo además de pedirle el dinero del viaje. Pero mi conciencia volvió a aparecer. Eso sí luego me ofreció una comida en un restaurante que regentaba del que ni me dio el nombre. Eso es ser agradecidos y lo demás tonterías.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Quiero seguir siendo tu amigo


El otro día salió el tema de conversación con otra chica sobre el típico "quiero seguir siendo tu amigo" después de dejarlo con una persona. Las dos estábamos de acuerdo en que mientras hay algo de ceniza, eso es imposible pero ¿después?

La verdad es que pienso que no. Hasta que algún día demuestre o vea lo contrario, al menos en mi caso, considero que ser amigo de una persona por la que un día lo has dado todo, sin pedir lo mismo es un poco complicado. Conozco casos que lo son y me parece fabuloso. Sin embargo, creo que no podría serlo.

Esto no quiere decir que no pueda saber algo de la otra persona de vez en cuando, eso por supuesto. Pero de ahí a mantener una amistad, va un trecho. Y creo que eso de saber "con quién se acuesta o con quién se levanta" no me sentaría bien, pese a los años.

Y más aún si una persona te ha hecho sufrir. Como comentábamos, está claro que los momentos buenos estarán ahí, pero los malos tampoco se olvidan y es por ellos, por los que se dejo la relación por lo que es mejor poner tierra de por medio y no remover mierda que puede oler.

Hay personas que no lo entienden. "No te he escrito en este tiempo porque me dijiste que no lo hiciera". ¿Y ahora? ¿Qué ha cambiado ahora? En fin, estos actos y frases típicas creo que son un acto más de egoismo que de respeto a la persona que ha pedido su tiempo.

Con esto no pretendo que nadie se sienta ofendido. Hablo en general sin querer ni pretender mencionar a nadie. Es solo una opinión que no pretende ir más lejos y me apetece plasmar. Ahora si quieres contar la tuya, abiertas las puertas en los comentarios.

jueves, 26 de julio de 2012

Novios estereotipados

Me divierten los estereotipos. Pero por otro lado, me parecen imágenes demasiado usadas para mentes limitadas. Una contradicción, lo sé pero así es la vida. En fin a lo que voy, dentro de los estereotipos hoy me quedo con los de las parejas.

Parece que si no se cumplen estereotipos en una relación no es una relación. Aunque las cosas van cambiando, todavía aquello de "¿lleváis mucho? ¿cuándo os casaís?" es una fórmula utilizada por jóvenes y mayores.

Los estereotipos que más curiosos me parecen son aquellos que "obligan" al novio a llevar las bolsas de la novia cuando van de compras, que "obligan" a ver películas noñas porque le encantan a la novia o que "obligan" a hacer recados del otro porque tiene tiempo libre. Y entrecomillo obliga porque, al fin y al cabo, si uno toma la decisión de llevar una bolsa, ir a pedir una cita o ver una película, es su decisión y sus razones tendrá para hacerlo. Aún así, no deja de ser curioso que pareja tras pareja se repitan los actos.

Aún iré más lejos, quizás el tipo de estereotipo -valga la redundancia- que menos me gusta es aquel que dice la chica al chico: "¿me ayudas a cocinar?". Yo misma he sucumbido a este interrogante dándome cuenta más tarde que no es una ayuda sino una colaboración porque la cocina es cosa de ambos.La pregunta debería ser: "¿cocinamos?". Pero en fin, serán herencias del pasado que intentó evitar, aunque no siempre con éxito.

En este sentido, es peor aún la influencia de los estereotipos de madres, padres o abuelas. "Es que los hombres no saben que hacer sin una mujer", "Es que por mucho que quieras, un hombre no va a limpiar como una mujer". Son frases no muy lejanas que siguen pronunciándose y espero que no por mucho tiempo.

A propósito del tema, ayer mismo estuve con una pareja que se salía de los estereotipos. Ella casi medía dos metros, rubia, delgada y guapísima. Vamos lo que vendría siendo un pivón. Él bajito, algo más que fuerte y lo que viene siendo un chico del montón tirando para abajo. "Qué pareja más peculiar", me dijo un amigo. De nuevo los estereotipos, en este caso, de imagen.

Pero bueno aquí no siempre se tiene que hablar de parejas heterosexuales, los homosexuales -o los bisexuales que somos todostambién tienen su lugar. ¿Qué hay de las novias que tienen que adoptar papeles masculinos o femeninos? ¿o los gays que tienen que ser locas para poder ligar?

Por ir acabando, diré que hay muchos estereotipos que se quedan en eso; imágenes creadas por la sociedad para plasmar una generalidad. No van más allá, no hacen ningún mal y quedan dentro de una pareja que los asimila sin problemas. Sin embargo, hay otros que hacen daño y van demasiado lejos. ¿Nos toca luchar contra ellos? La respuesta queda en cada uno.

miércoles, 11 de julio de 2012

Las verdades de Internet


Comienzo el post soplando velas. Este mes cumplo 4 años dedicada plenamente al mundo on-line. En este tiempo he visto muchos cambios que, para una jovencita como yo, han sido más que importantes. Un periodo corto pero intenso.

El mundo tecnológico siempre ha estado cerca de mí -las clases en Meca-Rapid son prueba de ello ;-)-. Quizás por ello no encuentro otra mejor forma de celebrar este aniversario que redactando mis verdades sobre Internet y su funcionamiento:
  • Google es el rey: nos guste o no, el buscador es la principal fuente de tráfico de la mayor parte de las webs del mundo. De ahí que escribir para él sea la tónica general para todo aquel que quiera tráfico.
  • Calidad no siempre es cantidad: hay blogs o páginas en el cibermundo que son increiblemente buenos pero que sus visitas se reducen a la novia del propietario y con suerte, a su madre. Por supuerte, lo social ha ayudado a que esos pequeños proyectos que antes se quedaban en el vacío se conozcan, pero todavía hay demasiados talentos por descubrir.
  • Internet es cosa de hombres: la pornografía, los chats, los foros e incluso los medios de comunicación demuestra que la tecnología todavía es un mundo muy masculino. Vale sí, cada vez hay más mujeres pero todavía somos minoritarias.
  • El material pornográfico mueve Internet: no hay más que ver los resultados en imágenes de Google para darse cuenta la cantidad de contenido pornográfico que existe. Más allá de la moralidad de cada uno, está claro que este sector mueve millones en Internet y no precisamente porque no se consuma. Muy al contrario, los internautas buscan y buscan... De hecho, puedo ir más lejos asegurando que muchos medios de comunicación han visto crecer sus cifras de audiencia por noticias relacionadas con estos temas.
  • La fuerza del grupo: muchas teorías de la comunicación hablan de esta fuerza. Cuando nos sentimos apoyados somos más fuertes. Precisamente este apoyo social encuentra en Internet su máximo exponente. No hay más que los movimientos 15M en Internet para saber de lo que hablo.
  • Sitio para todos: ya puedes ser un apasionado de las bombillas o un experto en física nuclear cuántica que Internet te ofrece un espacio para conversar con personas como tú. Es lo que tiene la Red de redes que democratiza a todos y además permite que todos tengan su área para hablar de sus pasiones.
  • Negocio: por lo que sé la tecnología ha vivido tiempos muy buenos. Ahora no estamos en los mejores, pero aún así Internet sigue siendo un recodo donde los presupuestos todavía tienen números por encima de las 2 cifras y tiene perspectivas de crecimiento.

miércoles, 4 de julio de 2012

Callarme, no gracias


Confieso que soy una bocachancla de libro. Lo sé y convivo con ello. La naturalidad e impulsividad es parte de mi ser y no lo puedo evitar. Sin embargo, lo que no entiendo es el afán de enjuiciar a una persona precisamente por esa naturalidad.

Los prejuicios existen en prácticamente todas las facetas de la vida. No seré yo quien diga que alguna vez no he tildado a alguien de ser tal o pascual por una opinión generalizada. No obstante, evito llegar a esos extremos porque a mi tampoco me gustan y considero que están bastante fuera de lugar; ni todos los marroquís son guarros, ni todos los gays son locas ni todos los andaluces son vagos. Cada cosa en su justa medida.

Pero ese no es el tema. Hoy quería hablar sobre mi incapacidad para callarme y las impresiones que causa en determinadas personas, cuestión que al fin y al cabo, también es un prejuicio. Pues allá que vamos.

No será la primera vez -ni la última, seguramente- que me tachan de cosas "tan bonitas" como guarra, desesperada o incluso me han llegado a insinuar cosas más graves que ni mencionaré porque tengo dignidad. Adjetivos que han llegado a mis oídos más o menos de forma chistosa pero que, en muchas ocasiones, se han dicho en serio. Menos mal que he aprendido a evadir ese tipo de comentario y que me la resbalen pero para todos lo que una vez lo han dicho va esto:
Si por ser natural, atrevida, impulsiva y decir lo que muchos y, sobre todo, muchas piensan soy todo eso, bienvenido sea. Tendré muchos muchos muchos defectos pero lo siento, el considerar que cosas como el sexo, las micciones o defecaciones son ajenas al humano y, más específicamente, a la mujer, no es el mío. 
Vale que hasta hace un tiempo decir palabras como "polvo", "pene" o "cagar" fueran tabú pero creo que estamos en el siglo XXI y en algo hemos avanzado. Aunque hay veces que dudo hasta eso, sobre todo, por las miradas y los comentarios.

En fin, con esto no quiero decir que haya que estar todo el día hablando de ese tema -tengo muchos más recursos e intereses, obviamente- pero sí que es un tema más que natural. Hablar sobre sexo debe ser tan normal como hacerlo sobre cómo ha ido el día.

Precisamente por ello admiro a Samantha Jones, una de las chicas de Sexo en Nueva York. Aunque no deja de ser un personaje de ficción, su naturalidad para tratar temas tan normales me entusiasma, sus ganas de aprender cada día sobre su cuerpo, su espontaneadad... No hay más que ver un fragmento del vídeo para entenderlo.

Sin embargo, hay pocas Samanthas en la vida real. Todavía hay demasiados peros que incluso nos podemos nosotras mismas porque estamos en el siglo XXI para buscar la igualdad pero todavía es inconcebible que una mujer diga que se masturba o ve una película porno mientras que es un hecho glorioso para un hombre. Y esto es solo un ejemplo. Una pena.

miércoles, 20 de junio de 2012

Cuestion de sexos

Puede que esta vision ruborize a mucha gente pero es una perspectiva nada más, sin base científica pero con mi creencia firme de que es así.

Todos somos bisexuales. Creo que todos los humanos tenemos una doble tendencia sexual pero quizás por cuestiones culturales, sociales, tabús personales, familiares o de contexto no se ha desarrollado. No puedo dar una razon coherente para todos que invite a pensar que esto es así, pero estoy convencida de ello.

Esto no quiere decir que no haya tendencias. Por tendencia, a mí me pueden atraer físicamente más los hombres que las mujeres pero estoy segura que si aparece que una fémina que realmente me atrae -no solo sexualmente sino también intelectualmente-, podría enamorarme. De hecho, según mi teoría creo que cualquier persona podría hacerlo si realmente nos quitaramos todo nuestro contexto social. Pero claro eso es una utopía.

Por esta regla que me marco lo mismo que un hombre ve una mujer atractiva, yo lo puedo concebir aunque no nos sintamos atraídos de la misma forma. De hecho, precisamente por ello existen mujeres que prefieren a las mujeres porque al final su tendencia va más dirigida a su propio sexo pero estoy segura que también pueden estar con hombres. Y al contrario.

No obstante, al hablar sobre esta teoría con diferentes personas me he dado cuenta de una cosa; en el caso de los hombres, según ellos, heterosexuales -al menos con los que lo he hablado- el rechazo a sentirse atraídos por otros hombres es mayor que en de las mujeres. Supongo que en esto, también tendrá culpa la sociedad.

Al final, todo se reduce a que confío en que te enamoras de la persona no solo de un género. Porque finalmente con los años, supongo que el sexo se relega a un segundo plano -lo que no quiere decir que no exista y ni que no se siga disfrutando- y queda la persona con la que compartir tus experiencias, sueños, aficiones y por qué no, también tus desilusiones, penas y fracasos.

A partir de aquí todo es discutible y todas las opiniones desde el respeto son válidas. ¿Algo que aportar?

sábado, 9 de junio de 2012

Pereza me ha estafado


Como lo oís. Pereza me ha estafado. 27,50 euros que se ha llevado a mi costa y de los que ahora mismo estoy de todo menos orgullosa de haber pagado. En fin, he asistido a un espectáculo lamentable empezando por la organización y acabando por el sonido y los propios artistas. En fin, lo único más que decente, la compañía.

Empezaré por el principio. Llegamos al Palacio de Vistalegre y nos encontramos con un acceso por el que intentamos pasar y no nos dejan, no por nada sino porque no y ya está. Gran razón, empezamos bien. Llegamos al bar, pido una Coca-Cola y me encuentro con la gran novedad de que me van a sajar; 3 euros. Vale lo acepto. Ahora bien, veo que el camarero saca una botella de 2 litros con menos gas que el pedo de un vieja, ¿estamos locos? En fin, vale calma no pasa nada, Pereza merece esto.


Llegamos a las gradas, por intuición porque nadie nos dice por dónde es y los carteles brillan por su ausencia. De repente nos encontramos que 3 cuartos de hora antes de que tocará Pereza -había teloneros- ya no había espacio. Por gracia divina y el morro de un amigo, conseguimos sentarnos. Sin embargo, la gente sigue llegando y no hay sitio. Ah bueno si, detrás del escenario y en los costados donde se ve menos que 0, si que lo hay. En fin, del aforo de 16.000 personas que tiene el recinto, estoy segura que unas 200 estaban de pie en las gradas porque no había sitio. Eso si no creo que con precio especial por no tener un asiento.

Bueno y comienza el esperado concierto. ¿Ha empezado? ¿Están cantando? ¿Qué canción es? ¿Tú oyes algo? Con estas preguntas ha comenzado un concierto que no ha brillado ni por la profesionalidad de los artistas ni por el sonido. Imposible escuchar una canción, menos mal que me las sabía sino creo que me hubiera pasado como a las chicas que tenía al lado que estaban más aburridas que un champiñón. Además, la escenográfica -unas alfombras y 3 lámparas sacadas de la casa de la bisabuela de Pereza- no invitaba a pensar que por lo menos merecía la pena el concierto.

Pero no solo el sonido era patético, vergonzoso e insultante, qué va. Hemos tenido que esperar más de 4 canciones para que Rubén y Leiva se dignarán en decir algo más y que aquello no pareciera un disco. De todas formas, para lo que se les oía podían no haber hablado. O mejor aún, haberse meado en nuestra cara porque total los miles de quinceañeros que había, iban a estar igual de encantados.

Pocas versiones especialmente diseñadas para el concierto, un amago de creerse los Beatles y Ben E. King con Stand by me, una parodía de la Blasa en toda regla... Y cuando crees que lo has visto todo, de repente llega Rubén y te hace un calvo. Ojiplática me hallo todavía.

Después de este concierto creo que mi relación con Pereza ha llegado a su punto y final, al menos, no volverán a recibir un euro de mi parte. Sus canciones -algunas- todavía me gustan, pero creo que voy a ser incapaz de mirarlas con los mismos ojos. Adiós a todos los discos originales y dinero que he gastado para las entradas porque señores Pereza, a mi me cuesta ganar el dinero bastante como para que vengan y se rían de mi. Lo siento. Se acabo el dar dinero a poperos comerciales que pensaba que merecían la pena pero que han demostrado que el respeto a su público es nulo.

Quizás lo más me fastidia de esta situación, además de haber dado el dinero a la organización Rock Legends y Pereza, es haberme perdido otros grupos que, aunque no son mi estilo, creo que me hubieran agradecido mucho más mi presencia. Lección aprendida.

jueves, 7 de junio de 2012

Enemigas


No hay peor enemiga de una mujer que otra. Aunque parezca sinsentido, tiene todo el del mundo. Las mujeres somos demasiado malas entre nosotros. Demasiado. No seré yo quién diga que no lo soy sino que muy al contrario, a veces saco el láser -como dirían mis compis- y actúo contra diestro y siniestro. Pero intento evitarlo, aunque me cuesta, lo reconozco.

Sin embargo, cada vez me doy más cuenta que somos demasiado malas. Criticamos la forma de vestir, de actuar, de ser de cualquiera... En muchos casos, la envidia tiene una parte fundamental de culpa. Envidia por ser más guapa, envidia por llamar más la atención, envidia por hacer lo que quiere o envidia por estar con quien ya nos gustaría a nosotros. En fin, en todo caso, envidia. Está claro que como toda norma tiene su excepción, pero hablamos de generalidades.

No obstante, otras veces -y estás son las que más me preocupan- hablamos mal por estereotipos. La sociedad nos ha impuesto que tenemos que preferir a los hombres -cada vez menos y menos mal- ser correctas, llevar sujetador, depilarnos o seguir las tendencias de moda. ¿Y sino lo hacemos? Podemos ser unas guarras, maleducadas, frescas o, en el mejor de los casos, unas anticuadas. Pues lo siento, esto no me gusta. Si no me depilo, no llevo sujetador o hablo abiertamente igual que un hombre, sigo mereciendo todo el respeto del mundo. Si lo hago es porque me gusta o lo considero oportuno.

Pero las críticas siempre van a estar ahí. Nos guste o no, en cualquier momento o lugar vamos a ser criticadas por nuestras amigas, compañeras de trabajo, primas, vecinas o desconocidas. Es algo que llevamos dentro, que nos sale automático y es difícil de ocultar o no hacer. Por ello, lo mejor es ser uno mismo y al que no le guste que no mire, aunque critique.

viernes, 1 de junio de 2012

El consumismo en estado puro

Los madrileños adoran los centros comerciales. La primera vez que vine a Madrid me sorprendió ver que había más grandes almácenes -qué arcaica suena esa expresión- que champiñones. Daba igual por dónde entrarás a la capital que te encontrabas con grandes letreros que anunciaban el consumismo exacerbado. Para una chica de provincias como yo -por aquel entonces en Bilbao solo había un gran centro comercial al que había ido 2 veces contadas y el famoso Bilbondo que solo tenía un Eroski-, aquello era demasiado.

Sin embargo, eso era solo el principio. Al ver el comportamiento de los madrileños entendí porque había tanto "champiñón" suelto: porque era su principal lugar de entretenimiento, un club social para muchos sin el que no podían ni puede vivir, necesitan la visita semanal.

Después empecé a convivir con ello: "bueno si para socializarse hay que ir, pues iremos", pensé. Poco a poco me tocó ir a esos lugares que, aunque a día de hoy siguen sin gustarme, puedo convivir con ellos. De hecho, creo que mi relación con los centros comerciales es de amor-odio; son muy prácticos para encontrar cualquier cosa pero me agobian. Sigo prefiriendo las tiendas de barrio, que claro van muriendo en las calles madrileñas.

Creo que la diferencia radica en la percepción. Mientras que los madrileños ven esto en los centros comerciales:



Yo, al entrar en uno no puedo ver nada más que esto:



Entonces no puedo evitar poner esta cara de pánico y/o agobio ...



Ahora creo que lo que peor me sienta de los centros comerciales son los niños. No por ellos -pobres mios si son unos santos- sino por sus padres. ¿Cuál es el motivo que les ha llevado a creer que estarán mejor jugando en un centro comercial que en un parque? Ah que en un parque hace más frío o calor y no hay un terraza para tomar algo, ni un payaso para entretener a sus hijos. Ah claro que en un parque tendrán que estar cuidándolos en vez de despreocuparse y dejarlos en el castillo hinchable.

Desde mi humilde opinión, es un poco triste que haya niños que pasen tardes enteras en un centro comercial. Entiendo que haya ocasiones en las que el paseo por allí sea inevitable pero por favor, padres del mundo, no dejen que sus hijas vivan en una Gavia, Xanadú o Plaza Norte 2.

viernes, 18 de mayo de 2012

Malas pulgas matutinas


Dicen que si una mujer es guapa cuando se despierta, es bella en cualquier circunstancia. Con este dicho por delante ahora entiendo porque soy del montón. Mis despertares son épicos y no porque sea como la Cenicienta que se levantaba cantando entre pájaritos sino porque me parezco más a la bruja de Blancanieves.

Soy incapaz de levantarme con un despertador y pensar: "¡qué bonito es el mundo, voy a comermelo!". No puedo, no puedo. Quizás, después de mi PAM (período de adaptación al mundo) soy capaz de coger el mundo con las manos pero en la primera media hora me cuesta hasta articular palabra. Cualquiera que me haya visto despertarme sabe de lo que hablo.

Y es que no entiendo las personas que son capaces de levantarse y ponerse a hablar, comentar las noticias, sonreír... vamos hacer cualquier cosa que para mi requiere un esfuerzo sobrehumano en los primeros minutos matutinos o vespertinos, depende como se haya dado el día y/o noche. Cualquiera que lo consiga sin esfuerzo es un heroé para mi.

En fin que soy de malas pulgas en las primeras horas del día. No lo puedo evitar. Pasados esos horrosos minutos vuelvo a ser yo. Dos personas en una, oiga como el Carefour :-)

miércoles, 16 de mayo de 2012

Tallas


¿En qué mundo vivimos? En una sociedad donde tener una 44 es comenzar a estar gorda, en un mundo donde encontrar unos pantalones para una chica como yo es toda una hazaña. En un lugar donde una portada como la que vemos arriba es noticia porque aparece una mujer con curvas.

Nunca he dicho que esté delgada pero si me cuesta imaginar que sea la única que tenga una 44-46. De verdad, ¿solo existen las chicas de la talla 38? Yo cuando voy por la calle no veo tantas y quizás por ello son las únicas tallas que veo en las tiendas. De ahí para abajo. Y eso me crispa.

Entiendo que pueda gustar una chica más delgada, que los cánones de belleza exijan entrar en una 38 o que las modelos tengan que tener una talla, en mi opinión, irrisoria para ponerse encima de una pasarela. Pero de ahí a que tener un poco más de curvas de lo normal -si hay una talla normal, claro- se pague con tener que aguantar los limites de la moda y las absurdeces de algunas. Y no estoy exagerando, os contaré lo que me pasó hace unos años:
Fui a El Corte Inglés y vi una chamarra vaquera -chaqueta para los que no son vascos- que me gustó en Fórmula joven. La talla era una 44 pero resulta que me quedaba un poco justa. Así que al no ver una talla más, fui donde la dependienta y la pregunté: "¿Perdona una talla más de este modelo?" y cual mi sorpresa que su respuesta fue: "¿Una talla más? Será una chaqueta para una chica muy gorda, no?". Me quedé ojiplática y le respondí: "Perdona es para mi pero ya no la quiero". Desde entonces, nunca he comprado en Fórmula joven. Salí con un cabreo considerable de la tienda y creo que nunca más he tenido una chaqueta vaquera.
Y es que como bien decía hace no mucho mi primera y única colaboradora en este blog, las mujeres tenemos estamos demasiado preocupadas por el físico, algo que nos impone la sociedad con sus estereotipos. Y el problema no es que seamos gordas o delgadas -en oriente la mujer con curvas es la más admirada y sino que se lo digan a una servidora-.

Desde mi humilde blog hago una alabanza a la talla 44-46, las mujeres con curvas y una petición que puede ser un ruego: que nos queramos con una 38, 44 o 50 porque si nos preocupamos por gustar solo a los demás no lo conseguiremos nunca.

martes, 8 de mayo de 2012

De norte a sur

Que choto, chamarra o papo no es lo mismo en Bilbao que en Madrid, lo he ido descubriendo con el tiempo y algunas anécdotas graciosas. Sin embargo, hay muchas más palabras que no solo difieren en cuanto a significado sino que también se usan en algunos lugares con frecuencia y en otros, ni se conocen.

Me parece curiosa esta diferencia. España es un país, en términos comparativos, pequeño pero con una riqueza lingüística de nuestro lenguaje demasiado grande. Y ya no hablemos fuera de nuestras fronteras. Las diferencias con el español de Latinoamerica hace que nuestro idioma tenga una variedad increíble. Y eso me gusta.

Por poner solo algunos ejemplos os contaré algunas palabras curiosas de diferentes zonas de España. Tener una madre chicharrera, un padre palentino, un abuelo gallego y ser vasca de nacimiento y madrileña de adopción tiene sus ventajas y esta es una de ellas. Para los tinerfeños las cotufas son las palomitas, las guaguas los autobuses y las gavetas los cajones, para los castellanos chiguito es un joven y la rodea es un trapo de cocina. Para los gallegos una marusiña es una mujer y carallo una forma de cagarse en los más barrido. En Bilbao la chamarra es el abrigo, el balde el cubo de la fregona, el choto el gorro del abrigo, potxolo es bonito y el txirimiri el mojatontos. En Madrid el papo es la vagina -que fino me ha quedado para ser yo-. También piltra y peluco son atribuibles al vocabulario castizo pero creo que estos términos se han extendido a otras provincias porque yo las conocía antes de llegar aquí.

Pero para tener una perspectiva más amplia, os dejo con esta infografía que he extraído de Punto Geek donde nos dan más palabras que significan lo mismo en diferentes países de habla hispana. ¡Vaya locura!

jueves, 26 de abril de 2012

Miedo a tener miedo



Miedo a la soledad. Miedo a no tener a quien más quiero. Miedo a la oscuridad. Miedo a estar por debajo. Miedo a los coches, a la velocidad. Miedo a las alturas. Miedo a los insectos. Miedo a tener miedo.

¿Qué sería de la vida sin el miedo? Todo sería mucho menos emocionante porque el miedo nos pone alerta, nos ayuda a imaginar monstruos bajo la cama o nos hace oír voces inexistentes.

Por eso cuando tengo miedo pienso que es lo mejor que me puede pasar: estoy viva, tengo sentimientos y en definitiva, soy humana. Tengo miedo.

lunes, 23 de abril de 2012

El arte de procesar


Cualquiera que me conozca un poco sabrá que mi capacidad para estar callada en los momentos más oportunos, no es demasiado elevada. Esta actitud, que en ocasiones, puede ser ingeniosa, divertida o locuaz, en otras me debería haber generado una, con perdón de la palabra, ostia a tiempo.

Pero soy así. Es díficil callarme y como bien dice un compañero, no sé procesar. Muchas veces me he llevado una mala mirada, un gesto o comentario por decir lo que pienso pero no debo pronunciar. Y ahí está el kit de la cuestión.

Un antiguo refrán dice que "si tenemos dos orejas y una boca es porque tenemos que escuchar el doble de lo que hablamos". Creo que tiene toda la razón. No obstante, mi impulsividad muchas veces hace mella en mi intención. Aún así, sigo pensando que debemos escuchar mucho más y mejor a aquellas personas que menos hablan, pero más palabras sabias dicen. Pero yo sigo con mis tonterías que eclipsan la inteligencia de otras personas. Soy así.

Sirva como autocrítica y sin querer cambiar totalmente -soy impulsiva, por naturaleza, lo siento-, este artículo es algo que tenía en mente hace mucho. Solo lo dejaré aquí como constancia de mi intención de escuchar más de lo que hablo y expresar lo que pienso "procesando". ¿Lo lograré?

jueves, 19 de abril de 2012

18 de abril


Hay fechas que aunque no sean recordadas en el Facebook, Tuenti o Twitter, no se olvidan. El 18 de abril es una de ellas. Ya que ayer no tuve tiempo de recordarlo aquí -donde realmente tiene que ser recordado, lo fue-, dejo hoy esta huella en forma de palabras.

¡Zorionak tato!

viernes, 13 de abril de 2012

Personas que no deberían serlo

Entiendo, aunque no comparta, que haya personas que se mueran por los huesos de Justin Bieber o Lady Gaga, que prefieran los perros a los gatos, que les guste más el Neskik o que estén encantados con que el Real Madrid o el Barça sea campeón de liga. Pero lo que nunca entenderé es lo que os muestro a continuación en referencia a la muerte de Iñigo Cabacas:



En fin, no creo que sea necesario hacer muchos más comentarios pero los haré. Me da igual que esta ¿persona? sea de derecha, izquierdas, centro o de cualquier ideología, que piense que todos los vascos somos unos terroristas -incluso por ahí paso, aunque piense que es ser un poco corto de miras- o que el Granada sea mejor equipo que el Athletic. Lo que realmente me parece grave e intolerable es que se alegre por la muerte de una persona que no dejaba de ser un chaval que podría haber sido su amigo, vecino o incluso, novio. Pero bueno, está claro que la libertad de expresión es lo que tiene; que da palabra a quien no debería tenerla.

Desde aquí mi más profundo pésame a la familia de Iñigo Cabacas que, aunque ni conocía, espero que nunca lean el comentario de Ana Mendoza. Por suerte, pese a que "unos pocos" quieran seguir manchando nuestra imagen, no todos los vascos nos alegramos de la muerte de otros españoles o extranjeros y homenajeamos a las víctimas del terrorismo.

jueves, 29 de marzo de 2012

Los extremos nunca fueron buenos


#29m. Hoy toca hablar de huelga. Una paralización general que para algunos será un éxito, para otros un fracaso pero para tienen las riendas de este país, será un hecho aislado que no "hara retrocerder al gobierno".

Hoy he trabajado. Pese a que apoyo las reivindicaciones de la huelga -esta tarde estaré en la manifestación- tengo mis razones por las que, como cada día, he venido a trabajar. No me considero ni mejor ni peor que cualquiera que haya tomado la decisión de estar en casa. Me parece igual de legítimo y respetable.

Sin embargo, no todos opinan lo mismo. Algunos han aventurado a llamar "vagos" a aquellos que se han manifestado y otros, han coaccionado a los trabajadores impidiéndoles trabajar y al contrario, otros han impedido que sus empleados vayan a la huelga. En cualquiera de los casos me parece intorable.

Los extremos no son buenos. Ni para reivindicar una huelga ni para obligar a nadie no trabajar o no hacerlo. Quizás la reforma laboral nos impida a todos tener un trabajo digno pero cada cual sabe que tiene en su casa, por qué debe luchar y cuáles son sus creencias. De ahí que respetar a los demás sea el primer paso para respetarse a uno mismo y de verdad, conseguir ser libres.

jueves, 22 de marzo de 2012

Ni tanto ni tan calvo

No es la primera vez que veo esta foto pero si la primera que veo reflexiones de hombres acerca de la ella. El hilo en cuestión de Forocoches dice de todo -muy en la línea de los forococheros, con todos mis respetos que me río mucho, pero hay mucho salvaje suelto en esa comunidad-. No obstante, me ha hecho reflexionar y dar otro punto de vista a esta frase que, a priori, no había visto.

En primer lugar algunos, los forococheros critican el juicio fácil que se hace a los hombres. Por el simple hecho de ser hombres ya son violadores. Hasta ahí cualquiera con dos dedos de frente sabe que no es así pero si es verdad que si miramos bien el cartel es sencillo llegar a esa conclusión y es normal que siente mal.

Punto dos. Se acusa a la chica de feminazi. A claro, ahora por decir que la verdad que afecta no a los hombres sino a unos seres que no tipificaría ni como hombres somos una feminazi. Pues me uno al club como ya he dicho en otras ocasiones.

El tercer punto y quizás el que me parece más importante es la acusación gratuita "es que las visten como putas". No señores forococheros que por llevar una minifalda o un escote no hay licencia para que una mujer sea violada. De hecho, es un tema que me crispa los nervios. Las de "pechos generoso" como diría uno que me sé yo, también tenemos derecho a lucirlo y no por ello, tener que estar en peligro de violación. Por ahí no paso.

Para concluir, creo que quitando el matiz inicial en el que estoy de acuerdo -por suerte, no todos los hombres son unos violadores-, la frase me sigue pareciendo muy acertada. Sin embargo, por desgracia tendremos que seguir evitando la oscuridad.

sábado, 17 de marzo de 2012

¡A comer que son dos días!

Me llena de orgullo y satisfacción presentaros mi primera colaboración en este blog. Se trata de Maria Guillarte Cobo, una vallecana gran persona y mejor publicista que ha utilizado este humilde espacio para reivindicar sus quejas.. Sin más dilaciones, os dejo con ella:
Lo primero de todo: agradecer a Vero que me ceda un espacio en su blog, espero estar a la altura.

Llevo unos días dándole vueltas al tema, y más con todo esto del día de la mujer y el pequeño revuelo que causó el artículo de la RAE “Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer”. 

Personalmente, no veo a la mujer como un ser discriminado en la sociedad, desfavorecido ni mucho indefenso. Pero obviamente hay diferencias respecto con el hombre, si no, no escribiría este sobre ello. Para mi hay una diferencia clave. Que escriba sobre ella no significa que obvie las demás, pero creo que ésta especialmente tiene una solución más difícil por dos razones:
  1. Es más difícil regularla
  2. Nos la provocamos unas otras.

Es cierto, la sociedad ha cambiado. No solo ha liberado a la mujer, la ha expuesto, y algunas no se han adaptado muy bien. A la vista están la multitud de problemas alimenticios que existen, donde mujeres de diferentes edades, son el principal porcentaje. No me voy a meter en temas de anorexia, bulimia, porque son más intensos y sinceramente no me creo con conocimientos suficientes para conocer la profundidad del problema. Lo mío va a ser más andar por casa, de frases oímos prácticamente a diario y siempre de boca de una mujer. 

Cuantas veces habéis oído o habéis dicho: “Dios, yo es que de eso no puedo comer que me pongo como una vaca” “Madre mía, me comería un montón de estos, pero quita quita mejor no” y hoy he ido la mejor de todas, la más surrealista: “Las tortas de arroz son mejor que un bollo de chocolate, están buenas y no engordan nada” Me han dado ganas de gritarla: “¿Perdona? ¡¿Pero estás loca?!”.

Lo peor de todo es que cuando una chica come con gusto un buen solomillo, cocido, bollo o similar, siempre está al acecho la arpía muerta de envidia (y hambre) que dice: “¿te vas a comer eso?” Y si, esto amigos ¡¡va con retintín!! Va con un retintín de narices y seguro que todas las chicas que lean esto asienten con la cabeza. ¿Por qué somos así? ¿Por qué nos hemos prohibido disfrutar de la comida? ¿Por qué las hay que se arrepienten cuando se dan un homenaje culinario? Ya tenemos difícil, el trabajo, los estudios, ligar, destacar ¿Por qué nos puteamos entre nosotras mismas y a nosotras mismas con un tema tan importante como la comida? 

No estoy hablando de comer desaforadamente, nada de gula, hablo de disfrutar comiendo una pizza, comiendo chocolate, hamburguesas, helados, cocido, solomillo, bistec, pasta… no tengo nada en contra de ensaladas, verduras y hortalizas, se puede vivir de ellas y bien sanas vamos a estar, pero ¿y si realmente no nos gusta? ¿Por qué comerlas por una norma no escrita y autoimpuesta? ¿En tenéis miedo de convertiros? Por que cuando coméis, día sí y día también, ensalada y verdura hervida, os quejáis de no poder otra cosa y además criticáis veladamente a las que si lo hacen, no lo estáis haciendo por una cuestión de salud. Lo hacéis por imagen, o por lo que creéis que es una buena imagen. Por que por desgracia la sociedad desquiciada, que publicistas y especialistas de marketing han creado a su antojo (por cierto, que no lo he dicho antes, soy licenciada en publicidad y relaciones públicas) así lo dicta. Por que es lo que le gusta a los chicos (que esto nos importa y mucho), es lo que es bonito a la vista, y es lo que otras envidian. Bien hagamos un ejercicio:

  • Los chicos: levantar la mano a los que le guste esto
  • Las chicas: levantar la mano si os parece agradable a la vista.

Con total sinceridad no la levantaría nadie (y si alguien la levanta bajo mi punto de vista tiene un problema). Esta chica se habrá matado a régimen (y la palabra matado no es ninguna exageración) y ¿para qué? Para que le guste a cuatro locos que dicen que eso es bonito, pero en realidad ni representa a nadie ni mucho menos gusta. Otro foto:


¡¡Olé Scarlett Jonhason!! Y no me he ido a una modelo especial de tallas grandes que no se ven en los escaparates y solo sabemos de ellas cuando les hacen un reportaje especial en alguna revista. ¡Olé, olé y olé! Una diva del cine, una chica guapísima y con CURVAS. Y ahora le ensañáis la foto a amigos, novios, primos, me da igual, y les preguntáis si no se la tirarían (además de conocerla como persona que debe ser interesante).
RECONOZCÁMOSLO que lo que queremos es gustar, ya lo sé. Que no todas somos iguales, ya lo sé. Pero que a la gente no le gustan los prototipos, ni las copias o calcamonías. A los tíos (y tías) les gusta hacer cosas con nosotras, no solo admirar lo increíblemente delgadas que estamos y el cuerpazo que tenemos. Demostrarles que cuando salen a cenar (o a comer con nosotras) no nos están haciendo pasar un calvario. Que viendo a alguien comer con gusto también se disfruta.

Y ya para terminar: el ser feliz se nota en la cara, en el cuerpo, en el pelo y en los ojos… y ser feliz incluye cuando nos sentamos a la mesa. Si nos apetece, nos podemos comer un solomillo; si nos entra hambruna a las cuatro de la tarde, una chocolatina. Y ya lo contrarestaremos con ejercicio y comida sana (pero no los 7 días a la semana los 12 meses del año). Si veis a una compañera comiendo algo alto en grasas y con gusto, decirle: dios que bueno tiene que estar eso, mañana me como uno. Porque os gusta, porque os apetece y os sienta bien. Y sobre todo, porque no podemos hacer de la comida, y nuestra salud, una barrera más.

Eso es todo, muchas gracias para los que han aguantado hasta el final. Si nadie lo ha conseguido, muchas gracias a Vero otra vez por dejar desahogarme.

Atentamente, María Guilarte Cobo, otra mujer perfectamente imperfecta.