viernes, 30 de septiembre de 2016

Gracias y enhorabuena

Confío plenamente en que a cada cerdo le llega su San Martín y que hay alguien en algún lugar que nos tiene preparadas cosas dependiendo de nuestros actos. Destino lo llaman algunos, suerte otros pero sea lo que sea algo o alguien lo coordina para que haya un equilibrio. Y hoy ese algo me ha dado la razón o más bien, se la ha dado a una gran persona.

Después de muchos meses de mierda en los que parecía que no había luz, de repente ha llegado. Un cúmulo de buenas noticias para una mujer de esas que eliges. Un amiga que siempre tienes cerca aunque esté lejos. De las que le puedes decir las cosas sin miedo al que dirán. De las que da consejos sinceros aunque duelan. De las que cualquier cosa que digas sobre ella serán buenas palabras porque su corazón es tan grande que no puede salir nada malo.

No ha sido una época fácil, ha costado que el orden llegue al caos en el que habían convertido su vida pero finalmente lo ha hecho. Y de la mejor forma. Con buenas noticias que solo le ocurren a las buenas personas, a aquellas que el sino tiene preparado obstáculos que se salvan con sonrisas y mucho mucho tesón y profesionalidad. 

Por ella me alegro hoy infinito. Porque no solo ha dado carpetazo a una etapa sino que ha demostrado a todo el mundo que se puede levantar con más fuerza, que de todo se sale y que, al fin, los buenos siempre ganan, aunque los malos sean muy malos y pongan muchas dificultades.

Por ella y porque todo lo que ha hecho por mi, va mi particular homenaje hoy en este rinconcito. Sé que lo apreciará, aunque también sé que no tengo vidas para agradecerle todos los momentos que me ha dado. Gracias y enhorabuena a partes iguales.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Cómo la AECC no quiso nuestro donativo

Estaba deseando publicar este post. Una entrada que no se si cambiará mucho pero por lo menos servirá para denunciar lo qué me ha pasado. Un granito que puede hacer montañas.

Todavía no me creo lo que nos ha pasado pero os aseguro que es tan cierto como que ahora mismo estáis leyendo estas líneas: la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) pasó literalmente de una donación. Lo explico.

Resulta que me casaba -o sí, me he casado- y queríamos que nuestro obsequio para los invitados fuera algo más que una figurita para limpiar el polvo. Entonces pensamos en donar algo a una ONG y dar una tarjeta a los invitados de recuerdo. Hasta ahí todo normal.

Contactamos con la AECC porque nos parecía una asociación con motivos más que de sobra para apoyar. Llamamos por teléfono y pedimos información, nos remitieron a un contacto electrónico que después de muchos días de espera nos respondió.

Cuando por fin conseguimos que nos pasarán información -después de un par de correos vagos-, nos hicieron llegar un pdf con la información poco actualizada. No le dimos mucha importancia. Es cierto que estas asociaciones están integradas por gente voluntaria - y solo algunos contratados en nómina- por lo que decidimos facilitar las cosas: nosotros nos encargamos de diseñar e imprimir la tarjeta que daríamos a los invitados. A cambio tan solo pedíamos la información pertinente para poner en la tarjeta (logo, número de teléfono y url por ejemplo) además de un número de cuenta para hacer el ingreso.

Pues cual fue nuestra sorpresa que después de explicarles que nosotros nos encargaríamos de todo, su respuesta literal vía email ya que es el medio al que nos remitieron continuamente fue:
Lo siento no lo podemos hacer.
¿Perdona? ¿Qué es lo que no podéis hacer? ¿Recibir una donación particular? ¿Aparecer en una tarjeta de boda? Como no lo entendía más cabreada que contenta pero intentando ser un poco empática les escribí un nuevo correo exigiendo una explicación, al menos, para entender por qué no podían cruzarse de brazos y esperar una donación. Esa respuesta nunca llegó.

Por suerte o por desgracia sé cómo funcionan las ONG y sé que hay muchas muchas muchas personas buenas que aportan más de lo que pueden. Seguramente nos toco lidiar con una no tan responsable o comprometida que prefirió no complicarse la vida -aunque no sepa cual era la complicación-. En cualquier caso, lo que más me duele es que la AECC se quedó sin esa donación que seguro que tanto podía ayudar.

Como contrapartida y como siempre de algo malo surje algo bueno, este bache -y mi amiga Lorena- nos ayudaron a conocer otra ONG donde todo han sido facilidades y buenas palabras desde el inicio. Se trata de la Fundación Aladina a la que me enorgullezco de haber donado y con la que espero seguir trabajando para que la unidad de oncología del Hospital Infantil Niño Jesús (Madrid) sea un lugar un poquito más amable. Si vosotros también queréis, tenéis toda la información en www.aladina.org.

viernes, 2 de septiembre de 2016

¡Vivan los novios!

Mi amiga, mi compañera, mi confesora, mi madre a ratos y mi hermana mayor en muchos otros pero ante todo María. Esa chigui que hoy oficialmente y mañana de forma mucho más especial celebrará que la vida sigue, que la vida siempre nos tiene preparados grandes momentos y que podemos -y debemos-seguir sonriendo siempre ante todo lo que está por llegar.

Me es difícil encontrar las palabras adecuadas para expresar aquello que quiero. Para aglutinar tantas experiencias, emociones, sentimientos y vivencias en las que, de una forma u otra, María ha sido testigo, parte o consejera. Tantas situaciones que ahora se concentran en un momento mucho más especial en el que quiero que llegue pero no que pase para no perderlo mucho.

No solo una gran persona seguirá compartiendo tu proyecto de vida como hasta ahora pero con un papel por el medio sino que además el peque añadirá más alegría para consolidar una familia de la que solo tengo buenas palabras. Una familia a la que le deseo tanta felicidad que no sepan si viven o sueñan.

Así, sirva este humilde espacio como una forma más de dar mi más profundas felicitaciones y volver a decir: ¡Qué vivan los novios!