Veo con asombro la noticia de Olvido Hormigos. Una concejala del PSOE en Castilla la Mancha que ha llevado -o le han llevado- demasiado lejos un vídeo privado. En el vídeo en cuestión, la política salía masturbándose y ha sido por ello por lo que directamente iba a dimitir -finalmente no lo ha hecho-. Hasta ahí, bueno más o menos comprensible ya que su imagen pública estará dañada de por vida. Pero ¿es necesario llegar tan lejos?
Que levante la mano el que no se ha masturbado. No veo ninguna bajada. Ahora el que lo ha hecho para su pareja, esposo. Sí, seguro que todavía hay manos levantadas. Y por último, el que haya grabado un vídeo íntimo de sus relaciones. Aquí no habrá ninguna mano levantada, no vaya a ser que nos juzguen. Pero si señores, hay muchas personas que hacen esto y de momento, no es delito y no deja de ser una experiencia privada para los adultos. Sin embargo, hay que dimitir por hacerlo.
¿Y qué pasa con los que roban? Claros ejemplos tenemos en España con escandalosos casos como el de Camps y sus trajes, Urdangarin o Marichalar. Pero no señores, a ellos nadie les va a ir a decir: "perdona, ladrón, dimites o ¿qué?". Muy al contrario, se les defiende a capa y espada o cuando no tienen escapatoria, se les manda a otros país a que se relajen las aguas.
Menos mal que finalmente esta historia no ha acabado en dimisión porque gente coherente ha apoyado a la política y ha demostrado tener un poco de educación al no difundir un vídeo privado. Desde aquí mi apoyo #olvidoestamoscontigo más allá de los líos sentimentales que tenga o no que eso de nuevo, es cuestión suya.
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