lunes, 31 de diciembre de 2012

Me gusta, no me gusta

El otro día leí en algún lugar de la ciberesfera un post donde la autora retrataba 100 cosas que le gustaban y otras 100, que no. Ella aseguraba que era un ejercicio de autoconocimiento y en parte, estoy de acuerdo con ella. Por ello, he pensado que este post servirá para eso mismo; conocer más.

Aunque 100 me gustan y 100 no me gustan me parece excesivo, he limitado la lista a 10 porque así también me centro en las cosas que realmente considero importantes. No serán grandes gustos pero si pequeñas comidas, gestos o acciones que me hacen feliz.

Además como estamos en época de nuevos objetivos aprovecho para poner otras metas, quizás no para 2013, pero si para mi vida. Allá van:

10 Me gustan

  1. Mi familia
  2. Estar con mis amigos
  3. Los niños
  4. Viajar
  5. Reírme
  6. Los chistes malos
  7. La lasaña y los perritos calientes
  8. Leer
  9. Los gorros
  10. Las comedias románticas

10 No me gustan

  1. La hipocresía
  2. La demagogía
  3. Los churros y las alubias
  4. Que me olviden
  5. Los animales 
  6. El calor
  7. El dolor ajeno o propio
  8. La desigualdad
  9. Vivir lejos de mi familia
  10. La soledad

5 Objetivos

  1. Ser feliz
  2. Ser madre
  3. Viajar a las cataratas del Niagara
  4. Ser menos perfeccionista
  5. Tener cerca a quien me importa

viernes, 28 de diciembre de 2012

Adiós 2012, bienvenido 2013


Voy a convertir en tradición esto del balance anual en este blog. Con este ya van 2 y me gusta. Este 2012 ha sido un año lleno de malas noticias pero no, no voy a mencionar ninguna de ellas porque quiero dejar fuera todas esas tristezas y centrarme en las buenas.

Por suerte 2012 ha sido realmente un buen año con sus agujerillos pero, al fin y al cabo, 365 días interesantes. He seguido con actividades que realmente me llenan como mis niño de la Cruz Roja o la danza del vientre, he mantenido a grandes personas a mi alrededor y conocido a otras que merece la pena. Además, he seguido haciendo cada día lo que realmente me gusta; escribir noticias. ¿Qué más puedo pedir?

Por supuesto, algunos se han alejado y otros no han estado tan cerca como hubiera querido pero aún así me conformo con saber que todo les va bien y son felices.

Lisboa, Málaga, Bilbao, Madrid, Baltanás o Álcala de Henares han sido algunos de los destinos pero más que eso me quedo con momentos y personas. La pintada de camisetas en un bar lisboeta, las carreras al barco de chanquete cual niñas, los medicamentos que no cabían en el metro o las repetidas fiestas vascas que no cambian, los perritos madrileños o caídas en bares llenos de salseros, las desconexiones baltanasiegas o los días inolvidables en el Hidalgo que acaban de la mejor manera.

En fin pero este 2012 no hubiera sido igual sin una nueva entrada en mi vida. Gracias, Chirli por ello y Nicopete por ser un frikón que me hace reír cada día.

Muchas gracias a todos por estar ahí, por entrar en mi vida y espero que 2013 este lleno de grandes momentos

¡FELIZ 2013!

martes, 25 de diciembre de 2012

De Olentzero, Papá Noel o Reyes Magos


En mi tierra eso del Papá Noel no se lleva pero aún así existe un personaje que le reemplaza. El Olentzero, un amable carbonero que baja de las montañas cada 24 de diciembre para dar regalos a los niños. En fin ese no es el tema que quería tratar hoy, más bien quería centrarme en los gustos de cada casa respecto a estos señores navideños.

Ser de Papá Noel -Olentzero en el caso del País Vasco- o los Reyes Magos creo que es tan arbitrario como ser de Coca-Cao o Nesquik o de Coca-cola o Pepsi. Pese a los argumentos que quiera dar cada uno creo que más una cuestión de tradición en cada hogar o familia que otra cosa.

Aún así lo que me parece más curioso es que este hecho que no deja de ser una información recurrente cada año, se convierta en algo más. Vale que en Navidad tenemos que ver noticias como la de los premiados de la lotería descorchando champán o los niños jugando con sus nuevos juguetes. Pero de ahí a que el Centro de Investigación Sociológica haya hecho un estudio sobre las preferencias de los españoles en cuanto a Reyes y Papá Noel, va un trecho. Mi siguiente pregunta es ¿para esto pago mis impuestos? En fin.

La noticia la escuché en el telediario pero os dejo una noticia donde hablan de la investigación y las evolución de las tendencias. Si suena a chiste pero no lo es. Tenemos un organismo público que no solo cuenta cuántas personas viven en cada casa o cuánto se gasta cada español en comida al mes, sino también se dedica a decir si somos del gordito barrigudo o de los 3 hombres en camello. Anonadada me hallo.

Otro estudio de TNS -empresa privada en esta ocasión- habla de algo más interesante. El gasto medio de Papá Noel y los Reyes por cada español. Aunque estamos en crisis, la inversión no deja de ser espectacular; 163 euros por persona. Una cantidad, en mi opinión, bastante desmesurada teniendo en cuenta que un regalo no es el precio sino el sentimiento o la originalidad con la que se hace. En fin cada uno sabrá lo que le pide a Papá Noel o Reyes Magos. Ah en mi caso ganan Gaspar, Melchor y Baltasar por goleada :-)

viernes, 21 de diciembre de 2012

Me gusta la Navidad


Esta claro que la Navidad no es perfecta. Todos los años se repiten historias, villancicos, regalos... pero aún así reconozco que es una época que me gusta. Lo siento, si me gusta. No por lo que significa a nivel católico sino por lo que me conlleva a nivel personal.

Por un lado, la Navidad es mi momento de descanso y mimitos familiares. Algo de agradecer después de llevar 6 años fuera de casa viviendo a 400 kilometros y viendo a los aitas y tata una vez al mes aproximadamente. Pero también para descansar y desconectar que oye, siempre viene muy bien.

Pero no solo eso. También es un momento de ver a aquellos que con las prisas del año no tengo tiempo de ver. Es lo que tiene ir una vez al mes a Bilbao y hacer la visita del médico que no da para más. Así que aprovecho estos días para eso.

También es momento de recordar a aquellos que no están. Aunque no se olvidan durante el año, en mi casa siempre se pone una vela en las cenas y comidas navideñas para que los que no están entre nosotros hagan acto de presencia. Y esa tradición nos da pie para hablar sobre ellos y recordar viejas anécdotas familiares que muestran que el recuerdo positivo es la mejor forma de mantenerlos presentes.

Con la extensa familia en todos los frentes españoles tampoco me es posible estar con todos. Pero eso nos da pie para enviarnos fotografías y seguir con la comunicación que el resto del año se es menos fluida por el estrés cotidiano.

Además, me gusta lo que conlleva la Navidad. Las luces, el Cortilandia, las castañas asadas, los puestitos de regalos artesanos, las felicitaciones navideñas, los buenos deseos. En definitiva, el buen rollo que genera estas fechas y debería ser algo que se extendiera durante el año.

Vale estoy de acuerdo. La Navidad también es el momento de repetir buenas caras, oír los mismos villancicos, ver correr a la gente por las calles en busca del regalo de última hora, la época consumista. Pero algunos de esas tradiciones me parecen geniales; las donaciones a ONGs, los mensajes con buenos deseos o las llamadas a personas con las que no hablas durante el año. Al final, está claro que la Navidad es una excusa para hacerlo pero mira mejor eso que nada.

Aún así veo más puntos positivos que negativos a todo esto de la Navidad y creo que dependiendo cómo se lo organice cada uno puede ser un momento menos consumista y más sentimental con muchas historias repetidas pero que te hacen vivir con las ganas de que llegue la siguiente Navidad.