Hace un tiempo, como cambia uno y se hace mayor, pensaba que si alguien no quedaba conmigo porque "no tenía tiempo" era porque pasaba de mí, porque no le importaba y blablabla... El tiempo y la ayuda me ha hecho ver que no el tiempo lo que faltaba sino las prioridades.
Todos tenemos una prioridades en la vida. Las más comunes vienen de la mano de la familia, el trabajo, los amigos... Pero en cada uno son totalmente diferentes. Nada que ver. Y son ellas las que nos hacen marcar un ritmo de vida u otro.
El tiempo es para todos el mismo. 24 horas al día que distribuimos en comer, dormir, trabajar -quien puede que tal como está el patio-, comer e ir al baño. Aspectos biológicamente necesarios para vivir. El resto del tiempo se divide en nuestras prioridades.
No quedar con alguien o no tener tiempo para hacer determinada actividad es una cuestión de prioridades. Si preferimos estar con nuestra pareja en vez de practicar un hobby o quedar con un amigo, no es que no tengamos tiempo sino que tenemos, otras prioridades. No hay más que ver que cuando queremos, podemos. Y por supuesto, siempre hay una excepción.
Tener prioridades no es algo malo per se. Simplemente es una forma de organizarse y mantener nuestros deseos en un orden. Evidentemente cada cual sabe que es importante en su vida y actúa en consecuencia. Nada más allá de eso.
No obstante, debemos ser conscientes que dando preferencia a unas cuestiones sobre otras, estamos restando importancia a aspectos que pueden ver más o menos relevantes en nuestro futuro. Teniendo esto claro, no hay más que decir.
Mi único objetivo final es plasmar una realidad que me ha costado tanto entender y demostrar lo dicho: las prioridades son las que marcan nuestra gestión del tiempo. ¿Estás de acuerdo?
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