lunes, 23 de septiembre de 2013

Los fontaneros no dan duros a cuatro pesetas

Fontanería Bilbao

Me hago propio el refranero popular para adaptarlo a un gremio que conozco muy de cerca: el de la fontanería y todos los gremios que están a su alrededor. Como hija de un buen profesional creo que estoy en mi derecho de llamar las cosas por su nombre.

En estos días de crisis y poco dinero en los bolsillos es más que lógicos caer en las gangas de todo tipo. Más aún cuando hablamos de reformas o trabajos comúnmente denominado como chapuzas donde los presupuestos se suben porque también la mano de obra tiene su aquél. Sin embargo, nadie da duros a cuatro pesetas y eso es lo que quiero explicar hoy.

Es por ello que hoy me gustaría dar una serie de consejos para aquellos que estén a punto de decir que sí a una gran oferta. Antes de hacerlo, suplico que lean estos casos y se piensen dos veces si contratar a ese profesional merece la pena porque seguramente no salga tan bien como esperamos. Quizás las consecuencias sea peores que los euros que nos ahorramos:

  • Precio por debajo del mercado: cuando tenemos varios presupuestos y de repente llega uno que baja el precio más de 200 euros, empieza a preocuparte. Evidementemente, las diferencias existen pero cuando hablamos de una diferencia tan grande hay gato encerrado.
  • Los materiales malos pasan factura: no es lo mismo poner un armario del IKEA que uno de una tienda especializada. Eso si lo aplicamos a productos de fontanería, tenemos la misma relación. Pero así como cambiar una estantería no requiere demasiado esfuerzo, que una tubería o grifo se estropee puede que nos haga una faena mucho mayor.
  • La nacionalidad importa: si quizás en esto me podéis llamar racista pero día a día veo a clientes de mi padre que le llaman en una segunda instancia porque un latinoamericano o rumano le hizo un trabajo y ahora están pagando las consecuencias. No les culpo a ellos directamente porque seguramente solo se están ganando el pan pero si creo que hay pensarse dos veces el contratarlo porque a menudo son gente sin experiencia. Al final, la última decisión es del cliente.
  • Cambio bañera por ducha en un día: ¿perdona? Estas ofertas que existen son un auténtico timo o a lo sumo, una forma de decirte "te voy a hacer una chapuza que se va a ver a 100 metros a la redonda". Nunca te creas que una obra va a llevar un día porque solo en enchapar un baño se tratar más tiempo.
  • Los fontaneros también comen: puede parecer una perogrullada pero mucha gente no lo entiende. Siempre se ha pensado que los fontaneros ganan mucho y no voy a negar que hubo buenos tiempos. Sin embargo, nunca he visto un fontanero en el Ritz. Los fontaneros trabajan para pagar a autónomos, el IVA y dar de comer a su familia. No pretendas que la mano de obra sea gratis porque es imposible o seguramente la calidad tenga que bajar en otro aspecto.
Añadir a esto que gentuza hay en todas las profesiones pero, por desgracia, cada vez se valora menos a los profesionales de verdad. Cada vez importa más que el presupuesto tenga menos 0 en vez de que la obra quede bien. Una cuestión que muchas veces luego trae lamentos. Y es que hay cosas en las que contar con un buen profesional marcan la diferencia.

PD: Y si queréis uno de verdad os recomiendo a Fontanería Jesús Cabezudo y su coordinación de gremios (si es publicidad pero él también tiene la mala costumbre de querer comer y pagar las facturas)

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