Es curioso como cada época de la historia ve las cosas totalmente diferente a la anterior. Seguramente lo que hoy creemos que es lógico y normal, dentro de 40 años sea una opinión descabellada o tenga un sentido totalmente diferente. Así, es la historia humana.
Y hoy vengo con esta reflexión porque precisamente hace 80 años que se consiguió que la mujer votará en una urna en España. No obstante, en el País Vasco fue 14 días antes -de lo cual me entero gracias a un artículo de El Correo-. Seguramente si 20 años antes de este hito alguien le hubiera preguntado a alguien la razón por la que no votaban las mujeres, la persona en cuestión hubiera tenido unas cuantas razones debajo de la manga. Hoy ese comportamiento nos parece machista, arcaico y, en definitiva, intolerable.
Sin embargo, como digo, el tiempo demuestra que lo que en un momento es algo totalmente lógico, pasados unos años es una barbaridad, injusticia o desigualdad. Una pena que tenga que ser el tiempo quien ponga a cada uno en su sitio y no el respeto, la igualdad y la tolerancia.
Así somos los humanos, solo vemos nuestros errores cuando el tiempo nos los demuestra. Solo entendemos que hicimos algo más cuando alguien con dos cojones -u ovarios- se enfrenta y dice "hasta aquí". Muchas veces tiene que pagar su vida para que otros disfrutemos de los derechos que hoy tenemos.
Por ello, hoy más que nunca creo que votar, al igual que otras muchas cuestiones, no es solo un derecho sino también un privilegio tanto para hombres como para mujeres que nunca debemos dejar de hacer, aunque sea en blanco.
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