No os voy a engañar. La hormona de los sentimientos a flor de piel y de la mala ostia existe. Lo sé, quizás no descubro nada nuevo pero creo que soy de las pocas mujeres que lo reconoce el público y eso si que es una novedad. A partir de ahora la llamaré la hormona x.
Y sí, estas hormonas x no son un mito. Por más que queramos enmascararlo con piedras en el tejado de otros, lo cierto es que hay días en los que por más que quieras los comentarios te sientan mal, las personas te molestan y un simple gesto te hace soltar una lágrima. No siempre son días enteros pero de repente cambia el chip, se enciende la hormona x y ale algo nos sienta mal, lloramos, gritamos o discutimos, dependiendo los casos. Así de complicadas somos las mujeres.
Quizás lo peor no es tener un mal día que eso le pasa a todo el común de los mortales sino tenerlo por algo que va más allá de tu propia consciencia. Y mucho peor aún es no percatarse de que te domina la hormona x hasta que alguien, normalmente el más cercano y el que más quieres, paga las consecuencias. Desde aquí un gran lo siento.
Supongo, no es por discriminar sino por genética, que esto no lo podrán entender los hombres. ¿Cómo te va a cambiar el humor de repente? ¿Qué te pasa por la cabeza para pensar esas barbaridades? ¿Cómo te puede sentar tan mal un comentario? Pues en la mayoría de los casos con la hormona x activada no tenemos la respuesta a esas preguntas. Y quizás por ello me he decantado a escribir post en el que sin saber cómo intento explicar lo que se nos pasa por la cabeza.
El otro día hablaba con dos tracorianos precisamente de un tema muy relacionado; lo complicadas que eramos las mujeres. Y precisamente, creo que lo somos y mucho. Pero, según uno de ellos, esa complejidad era lo que nos hacía tan especiales. Olé, Jesús, ¡Qué buen piropo y argumento, que por otro lado, era sincero!
De hecho, como mujer con hormona x, admiro la sencillez, en el mejor sentido de la palabra, de los hombres. Seres humanos que no cuentan con hormonas x que les altere la vida, que piensan y dicen lo que piensan y que saben que son las dobles intenciones. Algún día me gustaría llegar a su grado de simplicidad porque creo que así la vida es más sencilla y feliz.
PD: Ya que es os he contado cómo nos sentimos, os contaré un nuevo secreto, nunca bajo ningún concepto utilicéis este post para acusar a una mujer de que tiene la hormona x. Cuentan las malas lenguas que la hormona x se revela y se convierte en x al infinito. Así que echar cuentas de lo enfadada que queréis ver a una mujer y si todavía tenéis narices, probar. Mi consejo es utilizar la paciencia y dejar pasar la tempestad, os aseguro que se pasa más rápido de lo que pensáis. Ya me contaréis ;-)
Lo reconozco totalmente pero creo que eso es lo que nos hace unicas ;)
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