lunes, 31 de diciembre de 2018

Las luces de 2018 ¡A por 2019!



En mi particular adiós a 2018 ya es tradicional una entrada de resumen. Este año no iba a ser menos. Pero porque ha sido un año lleno de idas y venidas, de esperas y de fechas señaladas en el calendario, he querido marcar mi despedida de una forma especial; con aquellas imágenes que han representado la cara más amable de este año.

No están todas las instantáneas que deberían; algunas porque no existen y otras harían que esto fuera eterno. Sin embargo, si he querido hacer la recopilación más especial que mi mente -y mi Google Fotos, que es mi memoria alternativa- me ha permitido.

Gracias a todos los que habéis estado ahí. Quizás no salgáis en estas imágenes pero estoy segura que sabéis quiénes sois. A por un 2019, en el que se cumplan todos nuestros nuestros y alguno, en particular ;-)

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Enero: la vida es un carnaval y que mejor forma de demostrarlo que con esta imagen que ha sido una constante. Porque sí, porque reírme y disfrazarme ha sido mi mejor escudo.


Febrero: nuevo miembro de una familia perenne. Totoro ha sido un gran aliado de viajes y sorpresas en muchos sentidos.


Marzo: el mes de nosotras. La reivindicación que 365 días hemos hecho se volvía más fuerte. Orgullosa de ser feminista hasta la médula y seguir aprendiendo a serlo día a día.


Abril: nuevos retos que cumplir al lado de las de siempre o de las que han llegado nuevas. Más oportunidades para reír, soñar y vivir.


 Mayo: un mundo por descubrir -o redescubrir- de la mano de familias elegidas.


Junio: más retos que entraron por sorpresa y que me han vuelto a enseñar que cantar, junto con bailar, son mis mejores terapias para olvidar los problemas.


Julio: días para no olvidar donde sabes que todo fue, es y será perfecto, pese a las trabas en el camino.


Agosto: mi compañera de gilipolleces favorita. Mi ojito derecho y mi apoyo incondicional en idas y venidas astures.



Septiembre: quizás la fotografía que más me erizo la piel. Ver su sueño cumplido -el de los camisetas moradas- fue el mayor logro después de un año de intenso trabajo.


Octubre: regalos de cumpleaños que supieron a gofres, chocolate y cervezas con la compañía perfecta.


Noviembre: seguramente la peor foto pero ¿qué importa si ellos llevan años estando ahí para recordar anécdotas, hacer nuevos planes y aguantar mis idas de olla?


Diciembre: sorpresas con sabor canario para acabar un año lleno de luces, con algunas sombras y muchas metas que alcanzar. Llegarán, estoy segura.



¡Feliz 2019 o como dicen por mi tierra, urte berri on! 


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