Llevamos unas tres semanas de calor fuerte y a mi ya me sobran. Ya me han valido. Ya puede venir el frío que me gusta más. Lo siento, verano si tenemos muchas cosas en contra de ti.
Con esto de estar sudando todo el día, no poder dormir, ir buscando la sombra y tener sed todo el día, lo siento no puedo. Verano no puedo contigo.
Habrá muchos fanáticos del verano. De sus terrazas, piscinitas, playas y chiringuitos pero yo me quedo con el frío y triste invierno donde no tengo que estar matando mosquitos ni limpiándome el sudor del bigote. Eso si no voy a negar que un buen piscinazo es una maravilla pero aún así con unos días me vale, no necesito los tres meses de pleno calor.
Debe ser mi sangre norteña la que me impide disfrutar del verano. Pero efectivamente me quedo con el frescor diurno y nocturno de Bilbao e incluso si me apuras su txirimiri. Todo con tal de no asfixiarme con el calor agotador que no me deja respirar, ni moverme ni tener mi energía natural.
Así que por mi parte, verano ya ha sido suficiente. Podríamos a hacer un pacto y esconderte hasta el año que viene. ¿Te parece? :-)
No hay comentarios:
Publicar un comentario