
Empezaremos por el mundo de la informática, los ratones; nadie se ha fijado pero los ratones tienen dos botones diseñados para los diestros: botón principal, dedo índice, botón secundario, dedo corazón. Pues los zurdos usamos la mano contraria por si alguien no se ha dado cuenta por lo que tenemos dos opciones o ir ordenador por ordenador buscando la opción (que existe, menos mal porque sino sería el colmo) para intercambiar la función de los botones o adaptarnos a usar el dedo corazón para el botón principal.
Menos mal que en el mundo del diseño computacional llegó Apple y Steve Jobs, un hombre zurdo (menos mal porque sino tampoco sé como serían los equipos de la manzana) y se acabaron los botones y llegaron algunos pequeños detalles para nuestro pequeño clan: el botón de encender o el finder a la izquierda. Gracias Jobs por ser siniestro.
Saliendo del mundo de la informática llegamos al mundo real y nos topamos con que el mundo está dominado por los diestros. Sí señores no lo notáis pero es así. Las puertas se abren con la derecha, el billete de las canceladoras del metro lo metes por la derecha, el abrelatas no funciona si eres zurdo por no hablar de las malditas tijeras o los asientos de las universidades con estas mesas desplegables que te dejan la espalda como un ocho. Una maravilla este mundo dominado por los diestros.
La cuestión daría para mucho más pero lo voy a dejar para otro día para que penseís y comenceís a quitar las barreras arquitectónicas que cada día poneís a los zurdos. Adiós a la zurdofobía.