Cada día veo más como amigos, conocidos o familiares se crean un perfil en Facebook, comienzan a leer blogs especializados y de repente piensan: ¿por qué no busco un curso para aprender esto que está de moda, parece divertido y puede que encuentre trabajo? Y aquí entra en juego el papel del vendehumos.
Hacemos una prueba: ponemos en Google "curso social media" y vemos el largo listado de Adwords que nos ofrecen una formación acorde a nuestra necesidades por un módico precio. Claro, el módico es totalmente irónico ya que las tarifas que no suelen bajar de 500 euros por una jornada completa. De ahí para arriba por una formación, en muchas ocasiones, dudosa.
¿De verdad son necesarias estas tarifas? o ¿es que estamos de moda y tenemos que rentabilizar esta formación? Estoy segura que es más lo segundo. Por experiencia propia, sé que en algunos casos los propios ponentes saben tanto o menos que tú de Facebook, Twitter, geolocalización o cualquier otro término en inglés que parece más cool. Y no digo más porque me enervo.
Está claro que no se puede generalizar y colgar a todos el mismo collar pero, desgraciadamente, muchas escuelas se lucran a diario de gente que quiere aprender para intentar buscar una salida laboral o porque le interesa el tema y se topa con incompetentes que, finalmente, lo único que hacen es cobrar por no decir demasiado.
Con esto no quiero decir que no sea necesaria la formación en Internet. Muy al contrario, creo que es imprescindible para hacer bien las cosas e intentar cumplir nuestros objetivos. Sin embargo, también es necesario investigar, analizar y preguntar sin miedo que necesitamos. En la Red hay miles de profesionales de verdad dispuestos a ayudarnos, algunas veces gratuitamente, otras cobrando pero en cualquiera de los casos sabiendo hacer su trabajo y demostrándolo día a día.