domingo, 27 de octubre de 2013

El mundo árabe y la mujer

He de decir que me apasiona el mundo árabe. Quizás suene un poco contradictorio si tenemos la imagen de la mujer en esta civilización y mis opiniones respecto a nuestro género. Sin embargo, creo que, como en todo, generalizar es malo y lo que nos llega a los occidentales de los árabes siempre es más malo que bueno. O al menos eso quiero pensar para seguir intrigada con un mundo tan diferente y una civilización que tanto nos ha dejado en España y medio mundo.

Y hoy saco el tema precisamente por el vídeo de nuevo corría en los medios de comunicación como la pólvora con motivo de la celebración de una nueva protesta contra la prohibición de que las mujeres conduzcan en Arabia Saudí. Este país especialmente poco permisivo con las mujeres que por supuesto hay que perseguir y seguir luchando para que no sea así. Y en ello están ONG pro igualdad de derechos.
Sin embargo, creo que quedarnos con esta noticia, totalmente deleznable, para evidenciar el recorte de derechos de las mujeres en los países árabes es ser demasiado reduccionista.

No voy a negar que los árabes no son machistas. Pero ¿acaso los españoles no lo son todavía? Aunque no estamos en los mismos niveles, la lucha por la igualdad sigue siendo una constante en prácticamente todo el mundo por lo que no creo que estemos en una posición para dar lecciones a nadie aunque si para perseguir a cualquiera que no actúe en favor de la igualdad tanto si es en Madrid como si en El Cairo.

Está claro que en los países árabes la religión juega un papel mucho más importante que en España. Muchos alegan que precisamente el Islamismo es el problema de los recortes de derechos de la mujeres. No obstante, no es Corán el que instiga a los hombres a pegar a las mujeres, ni obliga a nadie a que vista totalmente ocultada. Más al contrario, el libro sagrado de los musulmanes habla de derechos de la mujer e incluso, habla de igualdad. Otra cosa es que las interpretaciones de los seguidores hayan dado lugar a prácticas totalmente abusivas. 

Aún así, tampoco todos los países son iguales. No hay más que mirar a zonas como los Emiratos Arabes o Turquía donde la mujer goza de una libertad casi similar a la europea con derecho al trabajo, vestimenta, divorcio, educación, estatus social. Quizás muchas lleven hiyab pero no creo que sea tanto una cuestión de desigualdad como de respeto por unas tradiciones y religión en la que ellos creen al igual que muchos llevan un crucifijo colgado. 

Por supuesto, hay muchas cuestiones indefendibles. Los matrimonios concertados, que no solo se dan en el mundo árabe, las restricciones de acciones como ir a un bar o conducir de las mujeres, la obligación de los burkas o los maltratos que también se dan en nuestra sociedad son cuestiones totalmente injustificadas y que se deben perseguir.

En definitiva, creo que los árabes tienen muchos tratos deleznables para con las mujeres. Pero unas acciones que salvando las distancias y por desgracia, no nos pillan tan lejanos. Por lo que ver nuestros defectos antes de los que prójimo quizás es un primer paso para que todos mejoremos. Además, es justo ver que son una sociedad con muchos valores positivos como el concepto de familia y la hospitalidad de la que también tenemos que aprender. ¡Quedémonos con eso y persigamos lo malo sin juzgar tanto! 

martes, 15 de octubre de 2013

El periodista desde el prisma infantil

Me ha sorprendido hoy mucho como los pequeños asimilan los conceptos es base a sus experiencias o lo que ven en el día a día. Supongo que es algo que hacemos todos pero me parece curioso y divertido cómo lo hacen los niños y más aún cuando hablamos de la profesión del periodismo.

Algunos de los niños que cuido en el Centro de Día Infantil de la Cruz Roja me han preguntado por mi profesión de periodista. Aclaro que son chavales de 10 a 12 años que parecen más adultos de lo que son pero que realmente siguen siendo niños, gracias a quien sea. Al hablar sobre el periodismo estas han sido sus reacciones:
"¿Periodista? Entonces trabajas en la televisión"
"Pues tienes que ganar mucho dinero y ser rica"
"Pero si no trabajas en televisión, ¿cómo vas a ser periodista?"
"¿Un periódico on-line ¿pero eso no es ser periodista?"
A partir de ahí se han sucedido comentarios de todo tipo en los que los canijotes demostraban una vez más que su imaginación no tiene límites.

Pero el aparatado más divertido ha sido cuando, precisamente él que me comentaba que debía ser rica, me interrogaba por el salario:

"Entonces, ¿Cuánto dinero ganas? ¿800 euros?" - y lo ha dicho con todo el corazón como si ese dinero fuera una cantidad más que suficiente para ser rica. Cuando le he dicho que un poquito más, su asombro ha sido mayúsculo y ha respondido "¿1.000 euros?". Creo que en ese momento ha calculado todas las chuches que se podría comprar con ese presupuesto y se ha quedado petrificado.

También ha sido curioso cuando uno comparaba el periodismo con el espionaje -no tengo ni idea de dónde se lo ha podido sacar jaja-:

- Pues ser periodista tiene que ser increíble porque es como ser espía ¿verdad?
- Hombre hay ligeras diferencias pero en ambos casos los buenos investigan casos - le he contestado -.
- Qué divertido ser periodista, entonces - ha concluido -.

Pues nada, así es como ven niños de 10 a 12 años a los periodistas. Como seres que ganamos mucho, que salimos en televisión y que tenemos un perfil espía. Aunque esté a años luz de la realidad, me ha hecho mucha gracia comprobar una vez más que los niños pueden llevar sus deseos hasta límites insospechables y conseguir sacarte una sonrisa con sus comentarios. Una vez más me han enseñado que todo se puede ver de otra forma.

¡De mayor quiero ser esa clase de periodista que mis renacuajos ven en su imaginación!.

lunes, 14 de octubre de 2013

Derecho a decidir

Pese a las noticias que se suceden día a día, no me había parado a escribir aquí sobre el aborto porque me parece tal perogrullada mi opinión que pensaba que no era necesario decirla. Sin embargo, veo que todavía hay mucha gente que no lo entiende ya sea por convicciones religiosas o morales. Pero aquí está mi explicación y mi granito de arena a favor del aborto.

Hoy he encontrado una artículo en la Federación de Mujeres Jóvenes que lo explica perfectamente. Os dejo la reflexión más importante:
"Recordar también que, quienes defendemos la libertad y el derecho a decidir de las mujeres, no estamos obligando a nadie a abortar. Lo que defendemos es que cada una, en sus circunstancias, tenga el derecho a tomar una decisión".
Con esta argumentación por bandero pienso que lo mismo que somos libres para saber con quién queremos estar, cuando nos tenemos que independizar o si queremos dedicarnos a una profesión u otra, lo deberíamos ser para ser madres.

Porque efectivamente el derecho a vivir es legítimo pero mucho más lo es a que el ser que llegue sea querido y acogido como debe ser. Con el cariño y la protección que solo unos padres que realmente quieren a su hijo pueden dar. Porque luego llegan los problemas y nos encontramos con casos tan graves como el que he vivido muy cerca que ha acabado con la muerte de un niño. Y la verdad prefiero ver como se acaba con la vida de un cigoto, que todavía no es nada, que con la de un niño de 11 años.

Por todo ello estoy a favor de la elección de la mujer -y porque no, del hombre que tiene mucho que ver- a ser madre. A decidir el momento en el que quiere serlo y a pensarse dos veces si lo que lleva dentro es lo que realmente quiere responsabilizarse de tener todo la vida. Una decisión que seguro que no es fácil pero que es mucho mejor que ver a niños que buscan cariño en cualquier persona o incluso que mendigan por la calle porque en casa no tienen nada de lo que considera normal. Y por supuesto, estoy a favor de tener un aborto digno, con las condiciones idóneas y que no pongan en riesgo su salud.

Quizás la razón más importante por la estoy de acuerdo con la elección de la mujer es porque no hay nada más frustante que un niño sin amor, sin cobijo y sin el cariño de unos padres. Y eso es mucho más triste que todos los abortos del mundo. Mucho más.

miércoles, 9 de octubre de 2013

La hormona x existe

No os voy a engañar. La hormona de los sentimientos a flor de piel y de la mala ostia existe. Lo sé, quizás no descubro nada nuevo pero creo que soy de las pocas mujeres que lo reconoce el público y eso si que es una novedad. A partir de ahora la llamaré la hormona x.

Y sí, estas hormonas x no son un mito. Por más que queramos enmascararlo con piedras en el tejado de otros, lo cierto es que hay días en los que por más que quieras los comentarios te sientan mal, las personas te molestan y un simple gesto te hace soltar una lágrima. No siempre son días enteros pero de repente cambia el chip, se enciende la hormona x y ale algo nos sienta mal, lloramos, gritamos o discutimos, dependiendo los casos. Así de complicadas somos las mujeres.

Quizás lo peor no es tener un mal día que eso le pasa a todo el común de los mortales sino tenerlo por algo que va más allá de tu propia consciencia. Y mucho peor aún es no percatarse de que te domina la hormona x hasta que alguien, normalmente el más cercano y el que más quieres, paga las consecuencias. Desde aquí un gran lo siento.

Supongo, no es por discriminar sino por genética, que esto no lo podrán entender los hombres. ¿Cómo te va a cambiar el humor de repente? ¿Qué te pasa por la cabeza para pensar esas barbaridades? ¿Cómo te puede sentar tan mal un comentario? Pues en la mayoría de los casos con la hormona x activada no tenemos la respuesta a esas preguntas. Y quizás por ello me he decantado a escribir post en el que sin saber cómo intento explicar lo que se nos pasa por la cabeza.

El otro día hablaba con dos tracorianos precisamente de un tema muy relacionado; lo complicadas que eramos las mujeres. Y precisamente, creo que lo somos y mucho. Pero, según uno de ellos, esa complejidad era lo que nos hacía tan especiales. Olé, Jesús, ¡Qué buen piropo y argumento, que por otro lado, era sincero!

De hecho, como mujer con hormona x, admiro la sencillez, en el mejor sentido de la palabra, de los hombres. Seres humanos que no cuentan con hormonas x que les altere la vida, que piensan y dicen lo que piensan y que saben que son las dobles intenciones. Algún día me gustaría llegar a su grado de simplicidad porque creo que así la vida es más sencilla y feliz.

PD: Ya que es os he contado cómo nos sentimos, os contaré un nuevo secreto, nunca bajo ningún concepto utilicéis este post para acusar a una mujer de que tiene la hormona x. Cuentan las malas lenguas que la hormona x se revela y se convierte en x al infinito. Así que echar cuentas de lo enfadada que queréis ver a una mujer y si todavía tenéis narices, probar. Mi consejo es utilizar la paciencia y dejar pasar la tempestad, os aseguro que se pasa más rápido de lo que pensáis. Ya me contaréis ;-)

martes, 1 de octubre de 2013

A veces me avergüenzo del periodismo

Soy periodista y me encanta. He conseguido hacer de esto mi profesión y puedo decirlo con orgullo porque otros, por desgracia, no lo han hecho. Sin embargo, hay días que me dan ganas de esconderme bajo las sabanas y negar que un día pensé ser Truman Capote o me apasioné por la profesión leyendo a Kapuściński u otros más contemporáneos como Ignacio Escolar. Y hoy es uno de esos días.

Llevó días escuchando las noticias alrededor de la niña Asunta. Lo cierto es que el relato bien podría venir de un periódico como El Caso ya que tiene todos los ingredientes para aparecer en sus páginas. Lo triste más allá del hecho en sí que es suficientemente duro es el tratamiento de la información.

Los medios de comunicación llevan -y hablo en tercera persona porque he evitado leerlo en todo momento por lo que no me siento participe en ningún caso- días alimentando el morbo que a la gente le da ver esas noticias. Suena triste y lamentable pero es así a los españoles nos produce mucho más interés leer cómo murió una pequeña a manos de sus padres o quien quiera que fuera el cabrón que salir a la calle a protestar por nuestro país.

Pero hoy mismo he visto cómo el circo llegaba mucho más lejos y me ha dado mucha más vergüenza. En Antena 3 anunciaban un especial con todos los pormenores de la "desaparición" de la pequeña y me he quedado estupefacta. ¿Hasta dónde somos capaces de llegar? Entiendo, aunque no comparto, que A3 Media lo haga por audiencia pero el problema está aún más lejos. Esa público esperado seguramente llegue porque la gente quiere saber más de algo que ya no se puede dar la vuelta. Así es de triste.

Pensaba que con casos como el de Marta del Castillo o Mari Luz o yéndonos mucho más lejos, las niñas de Alcasser se habían traspasado todos los límites éticos del periodismo pero día a día me sorprenden. No solo con casos de niños que me parecen especialmente duros sino también con accidentes como el de Santiago. Aunque en este sentido, creo que cada vez la opinión pública hace que los medios se comporten y respeten a las víctimas y sus familias. Medio camino andado porque todavía hay mucha intolerancia.

Desgraciadamente, lo único que me produce este tipo de noticias morbosas es asco por una profesión que, insisto, creo que sirve para mucho y tiene grandes profesionales. En fin, algo tiene que cambiar no solo en el periodismo sino también en esta sociedad para que los verdaderos problemas sean mucho más importantes que los escabrosos detalles de la muerte de una niña o similares.