Un año más que intenso que antecede a otro que parece que no lo va a ser menos. Buf que contar de este 2015 que se ha portado más bien de lo que pensaba que lo haría. No me puedo quejar para nada.
Comenzó quitándome una tela de los ojos que aunque fue complicado en sus inicios, me ha hecho ver todo de una forma más clara. Y quizás esa operación también me ha ayudado a ver más y mejor a los que están a mi alrededor.
Continuó el año cumpliendo sueños. Estambul fue uno de ellos. Esa espinita de conocer la mezcla entre el mundo occidental y oriental me la quite con una proposición inesperada que marcará el 2016.
El resto del año llegó con vistas inesperadas y muchas muchas horas de risas, familia y amigos. Algunos se han ido y otros simplemente se han alejado pero los que de verdad estuvieron, han seguido estando y demostrando que siempre vale la pena tenerlos cerca.
Para 2016 solo espero que me deje la mitad de buenos momentos de este año, salud para todos y un año con hitos inolvidables.