martes, 15 de octubre de 2013

El periodista desde el prisma infantil

Me ha sorprendido hoy mucho como los pequeños asimilan los conceptos es base a sus experiencias o lo que ven en el día a día. Supongo que es algo que hacemos todos pero me parece curioso y divertido cómo lo hacen los niños y más aún cuando hablamos de la profesión del periodismo.

Algunos de los niños que cuido en el Centro de Día Infantil de la Cruz Roja me han preguntado por mi profesión de periodista. Aclaro que son chavales de 10 a 12 años que parecen más adultos de lo que son pero que realmente siguen siendo niños, gracias a quien sea. Al hablar sobre el periodismo estas han sido sus reacciones:
"¿Periodista? Entonces trabajas en la televisión"
"Pues tienes que ganar mucho dinero y ser rica"
"Pero si no trabajas en televisión, ¿cómo vas a ser periodista?"
"¿Un periódico on-line ¿pero eso no es ser periodista?"
A partir de ahí se han sucedido comentarios de todo tipo en los que los canijotes demostraban una vez más que su imaginación no tiene límites.

Pero el aparatado más divertido ha sido cuando, precisamente él que me comentaba que debía ser rica, me interrogaba por el salario:

"Entonces, ¿Cuánto dinero ganas? ¿800 euros?" - y lo ha dicho con todo el corazón como si ese dinero fuera una cantidad más que suficiente para ser rica. Cuando le he dicho que un poquito más, su asombro ha sido mayúsculo y ha respondido "¿1.000 euros?". Creo que en ese momento ha calculado todas las chuches que se podría comprar con ese presupuesto y se ha quedado petrificado.

También ha sido curioso cuando uno comparaba el periodismo con el espionaje -no tengo ni idea de dónde se lo ha podido sacar jaja-:

- Pues ser periodista tiene que ser increíble porque es como ser espía ¿verdad?
- Hombre hay ligeras diferencias pero en ambos casos los buenos investigan casos - le he contestado -.
- Qué divertido ser periodista, entonces - ha concluido -.

Pues nada, así es como ven niños de 10 a 12 años a los periodistas. Como seres que ganamos mucho, que salimos en televisión y que tenemos un perfil espía. Aunque esté a años luz de la realidad, me ha hecho mucha gracia comprobar una vez más que los niños pueden llevar sus deseos hasta límites insospechables y conseguir sacarte una sonrisa con sus comentarios. Una vez más me han enseñado que todo se puede ver de otra forma.

¡De mayor quiero ser esa clase de periodista que mis renacuajos ven en su imaginación!.

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