lunes, 13 de agosto de 2012

Cómo me toman el pelo. Volumen I

Hoy me he indignado. No porque haya ido a la Puerta del Sol a gritar, que también lo he hecho, sino porque me he ido a casa con más leche que otra cosa. Y ¿por qué? Pues simplemente y llanamente por la jeta que tienen las personas. Me explico.

Salgo del metro de Príncipe Pío y me aborda un joven con buen aspecto diciéndome:
- ¿Hablas español?
- Sí - contesto-.
- Es que mira a mi novia le han robado la cartera - y me señala a una chica que está hablando con otros chicos - y tenemos que ir a Albacete pero no tenemos dinero para el billete-.
- No, lo siento, no tengo - olía raro a kilometros, sí lo confieso-.
- Por favor, te lo pido de rodillas es que tenemos que ir y claro el billete vale mucho y no tenemos cómo pagarlo -.
En ese momento, me he vuelto débil. Me he visto en la misma situación y he dicho, venga no me cuesta nada:
- Toma es lo que tengo - le he dicho, cogiendo la primera moneda que tenía en la cartera y dándosela-.

En cuanto he pasado por al lado de la chica que estaba con otra pareja, me he dicho esto huele a cuerno quemado pero no he querido darle más vueltas. El dinero estaba dado y he querido pensar que realmente era para un billete a Albacete.

Pero cual es mi sorpresa que al volver de nuevo al metro, me aborda la chica. Eso sí, más de 3 horas después. Se ve que reunir el dinero para Albacete cuesta mucho y es más fácil que ir a una comisaria a denunciar que le han robado la cartera. En ese momento he dicho, no lo siento, está vez no nos pillas - iba con mi querida Cristina-. Y esta ha sido la rápida conversación:

- Perdona, ¿habláis español? - la misma estrategia-.
- No, lo siento - he contestado rápido-.
- Ah, no? Pues deberías porque estás en España. Zorra. Hija de puta. - y otras cosas que ni quiero recordar   ha soltado la señorita por la boca mientras nos marchábamos-.

En ese momento, me han dado unas ganas de darme la vuelta, dejar de ser diplomática y darle una guantá que se le hubieran quitado todas las ganas de seguir engañando a la gente. Pero bueno una tiene más clase y simplemente se ha ido refunfuñando y pensando que si veía al novio o compinche le pediría su dinero. Por supuesto, el susodicho no ha aparecido.

En fin, es lo que tiene ser buena que te toman el pelo rápidamente. Lo peor. No es la primera vez. Pero eso lo dejo para otros capítulos.

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