Cuántas veces habré oído esa petición. Mi madre, mi familia, algunas amigas y por supuesto, Nico me lo han dicho cientos de veces pero no ha sido hasta que me he dado cuenta de que tiene que ser así, para que comience a creérmelo. Y es que el cuerpo es sabio y tienes sus límites y me lo ha demostrado.
En fin, pues ese es mi objetivo para este 2014. Relajarme. Respirar profundo. Relajarme. Dejar de pensar en todo el mundo y centrarme más en mí, en lo que quiero, en lo que necesito y lo más importante en lo que me apetece.
Quitar de mi mente el modo madre y empezar a poner el modo Vero será todo un desafío. Me cuesta no ser empática y decir que no a algunas cosas será todo un replanteamiento de vida. ¿Lo conseguiré? Esta por ver pero mi crecimiento personal durante este año estará en eso; en plantearme las cuestiones porque quiero, no por el resto. En definitiva, ser un poco más egoísta con los demás y más generosa conmigo misma.
No sé si es la mejor estrategia de vida. Pero creo que es la que mi cuerpo ahora mismo necesita. La de tomarme la vida con más calma, dejar de correr por los metros, evitar pasar malos ratos innecesarios e intentar que me resbalen muchas más cosas sin sentido y me aporten mucho más lo que de verdad importa.
En fin, un año para hacer más caso a los que de verdad importan y disfrutar de amigos, familia y, sobre todo, de mi tiempo y de mí.
Todavía no soy muy consciente de si llegaré al reto pero bueno creo que plasmarlo en este rinconcito cibernético es una forma de hacerlo oficial y público. ¡Allá vamos!
De momento ya has tomado la decisión y es genial! Ya sabes... no :)
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