Me parece curiosa esta diferencia. España es un país, en términos comparativos, pequeño pero con una riqueza lingüística de nuestro lenguaje demasiado grande. Y ya no hablemos fuera de nuestras fronteras. Las diferencias con el español de Latinoamerica hace que nuestro idioma tenga una variedad increíble. Y eso me gusta.
Por poner solo algunos ejemplos os contaré algunas palabras curiosas de diferentes zonas de España. Tener una madre chicharrera, un padre palentino, un abuelo gallego y ser vasca de nacimiento y madrileña de adopción tiene sus ventajas y esta es una de ellas. Para los tinerfeños las cotufas son las palomitas, las guaguas los autobuses y las gavetas los cajones, para los castellanos chiguito es un joven y la rodea es un trapo de cocina. Para los gallegos una marusiña es una mujer y carallo una forma de cagarse en los más barrido. En Bilbao la chamarra es el abrigo, el balde el cubo de la fregona, el choto el gorro del abrigo, potxolo es bonito y el txirimiri el mojatontos. En Madrid el papo es la vagina -que fino me ha quedado para ser yo-. También piltra y peluco son atribuibles al vocabulario castizo pero creo que estos términos se han extendido a otras provincias porque yo las conocía antes de llegar aquí.
Pero para tener una perspectiva más amplia, os dejo con esta infografía que he extraído de Punto Geek donde nos dan más palabras que significan lo mismo en diferentes países de habla hispana. ¡Vaya locura!
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