viernes, 10 de mayo de 2013

¿Y ahora dónde meo?

El otro día fui a un restaurante y al ir al servicio me encontré con la imagen del post. Entonces me pregunté ¿ahora dónde meo? No debí ser la única con dudas porque cuando decidí meterme al candado -no me preguntéis por qué- me topé con un hombre. 
Aunque no deja de ser una anécdota, lo cierto es que me fastidia -por usar un término de señorita- que el diseño prime q la usabilidad. No quiero decir con esto que no se deba innovar en diseño pero chico con unos límites que todos no somos tan listos.
En este sentido, hace unos años me pasó algo similar en el servicio de un restaurante vegetariano. En este caso era un sol y una luna y pese a que todo el mundo me dice que la respuesta es sencilla, yo no lo tuve claro y me fui a la luna. Acerté sí, pero de chiripa.
En fin, desde aquí mi mensaje a los diseñadores: cuando hagáis un diseño pensar que existe gente torda como yo que el minimalismo no entiende.

3 comentarios:

  1. La verdad es que la idea es buena, pero es un poco... ¿Machista? Por una parte tiene razón, pero habrá gente que se sienta ofendida por algo así.

    Un abrazo ;)

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  2. Más que machista diría yo que la gente se sentirá desubicada, al menos yo, ya que trata a ambos bandos sexuales de la misma forma. Pero bueno si que puede ser una ofensa. En fin que abogo por un diseño más comprensible ;-)

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  3. Me recuerda al maestro de las llaves y a la guardiana de la puerta de la siempre atemporal Cazafantasmas. Divertida parábola sexual para unos aseos, que prefiero al sol y a la luna por ser más terrenales.

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