domingo, 1 de septiembre de 2013

Solidaridad exquisita

Imaginemos por un momento. De repente empieza el curso. La vuelta al cole. Los niños necesitan zapatos, chandal, lapiceros y cuadernos nuevos. Por no hablar de los libros. Pero el suelo de 400 euros de una familia de cuatro no para tanto. Recurren a la solidaridad de otras personas. Familiares, ONG o cualquier otro ente que se os ocurra. Sin embargo, piden que el chandal sea Nike, los cuadernos cuadriculados dinA4 con tapa dura y zapatos Geox. ¿Cómo os quedarías? Pues seguramente con la misma cara que yo cuando ví la última campaña de Cruz Roja con Metro Madrid. Profundicemos.

Vaya por delante que soy la primera que colabora con ONGs, Cruz Roja y Plan Internacional, y todo lo que tenga que ver con niños me produce especial sensibilidad. Nada nuevo. Por ello, cuando me chivaron que se estaba haciendo la campaña me dispuse a ayudar. Tengo cientos de bolígrafos y cuadernos que no uso y ví una gran oportunidad de ayudar. Pero cual es mi sorpresa que me encuentro con restricciones. ¿Perdona? ¿Restricciones para ayudar a unos niños a tener material escolar? Perdonar, pero no lo entiendo y en consecuencia, no participo.

Puedo entender que la idea sea que todos los niños tengan material más o menos parecido. Hasta ahí puedo entender los packs. Pero que para ayudar mi única posibilidad sea comprar y, cito textualmente, "bolígrafos: 2 azules, 1 azul, 1 rojo, 1 verde", me parece excesivo. Lo importante es participar y aportar no creo que sea necesario ser tan exquisito.

No es la primera vez que me encuentro con esta solidaridad exquisita. Tengo una amiga que intentó donar juguetes en plena época prenavideña que ya no utilizaba -sí, Lore ya no tienes años para las Barbies ;-)- y le costó dios y ayuda encontrar un lugar donde realmente se los cogieran porque en muchos "no cogían juguetes usados". De verdad, no lo entiendo. ¿No hay familias que no tienen que dar a sus peques? Ah si pero necesitan que los juguetes estén a estrenar, ¿no?

Con todo esto no quiero decir que no haya gente agradecida ni que lo esté pasando mal. Desgraciadamente, la pobreza infantil -y no tanto- es cada día más normal en España. Sin embargo, creo que también cada vez hay más ONGs exquisitas -la experiencia de voluntaria te enseña muchas cosas- y lo siento pero la solidaridad es algo que no debe entender de marcas, colores, razas, edades o clases sino de personas que ayudan a personas. Y punto.

1 comentario:

  1. No sé porqué pero no me sorprende. Estos requisitos son contraproducentes para que gente como tú, done, y para que la gente que lo necesita, lo reciba. Hay mucha gente con necesidades y a la mayoría, porque hay gente para todo, les da igual la marca, el modelo o si los libros están subrayados, les importa poder darle a sus hijos aquello que necesitan.

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